La esquizofrenia es una enfermedad mental, la cual se caracteriza por una alteración del pensamiento, comportamiento y emociones. Suelen aparecer los primeros síntomas alrededor de la adolescencia media (18 años), aunque en función del sexo puede aparecer en distintas edades. Es una enfermedad de tipo crónico, esto supone que perdura toda la vida, perjudicando el comportamiento y alterando el modo de vida de la persona que lo padece.
Hay diversos tipos de esquizofrenia: paranoide, catatónica, desorganizada, indiferencia, etc. La más común es la esquizofrenia de tipo paranoide. En este tipo de esquizofrenia destacan las alucinaciones y delirios, mientras que las competencias y sus emociones permanecen más o menos intactas. Estos delirios y alucinaciones, como veremos más abajo, son sobre todo de tipo paranoide o persecución.
LOS SÍNTOMAS
Existen dos categorías de síntomas; los síntomas denominados “positivos” (estos síntomas son las alucinaciones y delirios, más conocidos como característicos de la enfermedad) y los síntomas denominados «negativos» (indican ausencia o insuficiencia de comportamiento).
Dentro de los síntomas positivos se encuentran:
– Alucinaciones: se trata de percibir cosas, es decir ver u oír, cosas de los demás no perciben. Hay distintos tipos de alucinaciones:
- Visuales: ver cosas, personas que los demás no pueden ver.
- Auditivas: oír cosas, voces en nuestra cabeza o fuera de ella que los demás no oyen. En muchas ocasiones estas voces suelen decirnos cosas negativas, discuten entre ella o hacen mención a aspectos negativos nuestros.
- Corporales/Táctiles: en ocasiones se tiene ciertas sensaciones “raras”, como fundirse con un objeto, dejar de sentir partes de nuestro cuerpo, etc.
– Delirios: consisten en ideas falsas que son creídas por las personas que padecen la enfermedad, pero no son reales. Generalmente se basan en alguna experiencia sensorial que la persona interpreta mal. Existen distintos tipos:
- Paranoide: pensamientos de persecución hacia la persona, de vivir un permanente complot hacia él.
- Grandeza: creer que es superior a los demás, que puede hacer todo lo que se proponga, que tiene poderes especiales, o que es amigo de personas importantes y famosas.
- Controladores: controlan o son controlados por los demás, sus pensamientos, sus conductas son controladas por otra persona, por extraterrestres. Por ejemplo algunas personas pueden creer que los demás leen sus pensam
Dentro de los síntomas negativos se encuentran los siguientes:
– Apatía: incapacidad para iniciar y persistir en las actividades, se siente poco interés en llevar a cabo cualquier cosa, incluso actividades diarias (higiene, alimentación, etc.).
– Alogia: ausencia relativa de habla, responder con pocas palabras a preguntas.
– Anhedonia: falta de placer experimentada en tareas que antes eran placenteras.
– Afectividad plana: no afloran emociones ante algún acontecimiento, no expresan emociones, se asemeja a llevar una máscara puesta.
– Problemas cognitivos de la atención: sólo es capaz de concentrarse esporádicamente, se distrae en medio de una actividad o conversación, no sigue los argumentos de una conversación, acaba bruscamente un discurso.
MEDICACIÓN: NECESIDAD DE UN TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
La mayoría de la medicación recomendada para esta enfermedad son fármacos denominados “antipsicóticos o neurolépticos”, estos ayudan a que la persona con esquizofrenia piensen de manera más clara, reduzcan sus síntomas positivos, y los negativos en menor medida. Se pueden tomar distintos fármacos para que el efecto sea mayor. Para que estos medicamentos sean eficaces es necesario consumirlos diariamente y de forma regular, en función de la dosis marcada por el médico. Muchos de los problemas que se producen con la medicación es que las personas que la toman dejan de tomarla por sí misma, de forma que los síntomas reaparecen.
Tenemos que tener en cuenta que la esquizofrenia es una enfermedad crónica, por lo que el tratamiento farmacológico debe ser para toda la vida, hay que considerarlo como las personas diabéticas que necesitan insulina para vivir, pues las personas con esquizofrenia necesitan de estos fármacos para estar controlados.
Estos fármacos tienen distinta composición, existen antipsicóticos en pastillas, en líquido e inyectables dependiendo de lo que prescriba el médico.
Lo más importante es que se debe seguir las pautas que indique el médico, de forma regular para que haga efecto, y consiga controlar la enfermedad.
CONSEJOS PARA TENER MEJOR CALIDAD DE VIDA
El primer paso para conocer y controlar la enfermedad es ponerse en manos de profesionales de la salud mental. Existe una amplia red especializada en la salud mental crónica que cuenta con servicio de psiquiatría, centros de día, centros de rehabilitación psicosocial y laboral e incluso residencias. Todos estos centros cuentan con un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, terapeutas ocupacionales, educadores sociales, etc. que ayudaran al enfermo y a su familia en el día a día.
Es importante tener una rutina y un plan de día previsible, así el enfermo puede anticiparse al estrés (fundamental desencadenante de los brotes psicóticos). Es importante también conocer cuáles son los síntomas que producen las recaídas, de forma que el enfermo pueda avisar de su estado con antelación. Se debe reconocer también aquellos factores que provocan estrés y aprender a solucionarlos de forma adecuada. Es recomendable hacer ejercicio físico, llevar una dieta equilibrada y tener actividades que resulten placenteras.
O-PSIgeno Centro de Psicología
Ana Martín
Ana Gómez
Alicia Pérez