Es ésta una receta de la llamada Cocina de Fusión, que básicamente consiste en mezclar conceptos gastronómicos de dos o más tipos de cocina. En éste caso la receta que os doy a continuación mezcla la cocina manchega con la cocina italiana, una revisión de un plato típico de la cocina manchega, como es el arroz con conejo.
LA RECETA
INGREDIENTES (6 PERSONAS):
-Medio conejo grande troceado (si es campero uno entero).
– 300 grs. De setas de cardo.
-80 grs. De sobrasada.
-350 grs. De arroz redondo.
-3 ajos tiernos.
-1 cebolleta.
-100 grs. De queso manchego semicurado.
-120 cl. De leche.
-2 litros de fumé de verduras.
-40 cl. De aceite de oliva.
– 1 vasito de vino oloroso (o vino blanco normal).
-1 tomate rayado.
-1 diente de ajo.
– 1 cucharadita de café de pimentón de la Vera.
ELABORACIÓN:
En una sartén, con un poco aceite de oliva, poner los ajetes tiernos troceados y el diente de ajo. Darle unas vueltas y añadir las setas troceadas. Dejarlas confitar a fuego suave durante unos 20 minutos, apartar el diente de ajo.
Poner el caldo de verduras en una olla a fuego suave, para que esté caliente, a punto de ebullición.
En una cazuela rehogar el conejo hasta que esté dorado, y apartar. A continuación echar la cebolleta cortada fina y rehogar, cuando esté dorada añadir el tomate rayado, y a continuación echar el conejo rehogado, reservando el hígado y los riñones, y el vaso de vino, dejar que el alcohol evapore.
Añadir el arroz en la cazuela, darle unas vueltas y añadir el pimentón, después añadir un cazo del caldo de verduras caliente. Seguir añadiendo periódicamente caldo a la cocción, de tal manera que el guiso nunca se quede seco, pero sin que tenga nunca exceso de caldo, a los 7 minutos de cocción añadir las setas confitadas.
Mientras, en un mortero, añadir el diente de ajo confitado, los riñones y el hígado del conejo, y hacer una pasta a la que le agregaremos la sobrasada. A la pasta resultante le añadimos un poco de caldo, y a los 15 minutos de la cocción del arroz añadimos a éste el majado de las vísceras y la sobrasada. Dejamos todo el conjunto 2 minutos más, y apagamos el fuego. Tapar entonces la cazuela.
En un cazo ponemos la leche y el queso rallado, dejándolo llegar a ebullición. La crema resultante la añadimos encima del guiso, y entonces revolvemos todo y servimos.
Éste plato marida con casi todo tipo de vinos, desde blancos (Chardonay, Verdejo, Sauvignon Blanc, Macabeo). Los rosados y claretes le van muy bien, aunque yo personalmente lo acompañaría de un Merlot joven, un Tempranillo, o un Monastrell.
Bon Apetit!