Como hemos informado, Ramón González Martínez de Cepeda, alcalde de Tomelloso entre 1995 y 1999, ha sido distinguido con el título de Viñador de Honor 2016. Nada más conocer oficialmente la concesión del galardón nos hemos puesto en contacto con el flamante Viñador de Honor para conocer su primera impresión.
Nos ha señalado que es una gran satisfacción recibir este título, veinte años de la creación de los Viñadores por él mismo desde la alcaldía. Repasamos con Ramón González cómo surgió la idea de la creación de estos galardones y el hecho de que se lo haya concedido un equipo de gobierno distinto políticamente. Por último agradece el premio en nombre de su familia ya que su concesión y las palabras de la alcaldesa “han aliviado esos dolores del alma que la familia más directa alberga en su ánimo”.
PREGUNTA: —¿Qué supone para usted este galardón?
RESPUESTA: —Una gran satisfacción, sabiendo que mi único mérito es haber creado los Viñadores hace 20 años para premiar la excelencia de las muchas personas e instituciones de Tomelloso que hacen de ella, de la excelencia, su misión de cada día.
P: —Los Viñadores son los premios más importantes que otorga la ciudad de Tomelloso y, además, la alcaldesa en la exposición de motivos señaló que “sé que Ramón González fue un buen alcalde para nuestra ciudad”.
R: —Agradezco enormemente a la señora alcaldesa esa consideración. Personalmente nos tenemos aprecio y sin duda ese cariño habrá pesado en su decisión.
Con el tiempo yo me atrevo a decir que todos los ex-alcaldes hemos hecho lo mejor que hemos podido por nuestro pueblo, al margen del debate político, el amor a Tomelloso es el denominador común de todas las personas que hemos tenido el honor de servir a nuestro pueblo desde la alcaldía.
P: —¿Cómo surgió la idea de los Viñadores? Con dos décadas a sus espaladas, ¿estás satisfecho de su desarrollo?
R: —Surgió por el interés de la alcaldía de resaltar el compromiso por Tomelloso. El viñador es el ejemplo del saber hacer pacientemente, con mimo y con riesgo para llegar a recoger la cosecha. Esa metáfora vale para todos los ámbitos de la vida local y no podía haber mejor nombre para distinguir a los tomelloseros que luchan día a día por las mejores condiciones sociales, económicas y culturales de nuestro pueblo.
El proyecto se quedó a medias, hay un boceto que en su momento hice público de cómo había que articular los Viñadores como complemento a la distinción. Una persona que ha recibido su galardón tiene que estar siempre dispuesta a arrimar el hombro cuando así se le requiera. La articulación de esa participación se quedó sin llevar a buen fin.
P: —Los Viñadores son uno de sus legados a la ciudad de Tomelloso, ¿está satisfecho de cómo se han desarrollado en estas dos décadas?
R: —Sí, me siento muy orgulloso de tomar aquella decisión.
La Feria del 97 fue muy importante, se reinauguró la estación de RENFE y allí se entregaron los primeros Viñadores. Se expuso la obra de Juan Yáñez sobre personajes de Tomelloso y vio la luz su libro “Personajes de Tomelloso”. Fue una Feria sensacional, muy emotiva yllena de tomellosería.
P: —¿Cómo valora que el Viñador de Honor se lo haya entregado un equipo de gobierno que tanto política como ideológicamente tiene poco que ver con usted?
R: —Bueno los 20 años de los Viñadores se cumplen ahora…
En cuanto a ideologías… en la política local la mejor ideología es el sentido común. Cuando se piensa en los vecinos, de verdad, se coincide en el 90 por ciento de los acuerdos de pleno. Una vez, por curiosidad, repasé las actas de mi etapa de alcaldía y en el 98 por ciento de los puntos de los plenos hay unanimidad.
Por último, quiero, en nombre de mi familia, transmitir mi agradecimiento a la Sra. Alcaldesa y a su equipo de gobierno, pues los que estamos o hemos estado en política tendemos a atenuar y aliviar algunas de la cosas que suceden como consecuencia del politiqueo, pero las madres y esposas, sufren más. Esta distinción, aunque sólo sea por el acontecimiento de los veinte años y las cariñosas palabras de la alcaldesa, han aliviado esos dolores del alma que la familia más directa alberga en su ánimo.
