La mañana del domingo 27 de abril ha amanecido en Tomelloso con un sol radiante y un ambiente inmejorable para celebrar uno de los días grandes del año, la Romería en honor a la Virgen de las Viñas, patrona de Tomelloso. Desde primera hora, jóvenes, familias y peñas romeras comenzaron a concentrarse en la calle Doña Crisanta, preparando sus carrozas de verde, plataformas con música y vehículos romeros, que llenaban el ambiente de expectación y alegría.
También desde primera hora de la mañana, los autobuses de Bogas Bus, han empezado con sus viajes recurrentes hasta Pinilla cargados de romeros deseosos de pasar el día en el santuario.
A las 9:45 horas, la Hermandad de la Virgen de las Viñas, autoridades locales y numerosos vecinos partieron en comitiva hacia el Santuario de Pinilla, donde miles de personas han llegado para vivir una jornada inolvidable.
Solemne función religiosa bajo un sol de justicia
Sobre las 11:30 horas, ante una multitud congregada en Pinilla, se celebró la solemne Función Religiosa en honor a la patrona, presidida por D. José Luis Merino Lomas, párroco de San Pedro, y concelebrada por el resto de sacerdotes de Tomelloso. La celebración contó con el acompañamiento musical del Coro Infantil-Juvenil de la Parroquia de la Asunción, que puso voz y emoción a una ceremonia especialmente significativa.
En su homilía, José Luis Merino recordó que la Romería de Tomelloso tiene lugar «bajo el amparo de nuestra Madre, la Virgen de las Viñas», a la que pidió que enseñe a los fieles «a confiar como ella en la misericordia de Dios». El sacerdote animó a los presentes a «abrazarse al corazón misericordioso de Cristo para hallar la paz», y destacó que María, como buena madre, es siempre «guía segura en nuestro caminar».
Luisa María López Benito, primera mujer capataz de la Romería
Uno de los momentos más destacados de la mañana ha sido el traslado de la imagen de la Virgen de las Viñas desde su altar en la ermita hasta el altar exterior. Por primera vez en la historia de la Romería, una mujer, Luisa María López Benito, miembro de la hermandad, ha dirigido a los anderos como capataz.
Aunque se trata de un hecho histórico, su intervención ha pasado desapercibida para muchos, precisamente porque esa es la principal función del capataz: guiar a los anderos de forma tan discreta y eficaz que la protagonista absoluta siga siendo la Virgen. López Benito cumplió con maestría su cometido, en un traslado lleno de solemnidad y emoción.
Nuevos hermanos y la llegada de las reatas
Al término de la misa, se procedió a la imposición de medallas a los nuevos hermanos y hermanas de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, en un acto sencillo pero lleno de simbolismo y continuidad de la tradición.
Poco antes de las 13:00 horas, hicieron su entrada en Pinilla las reatas engalanadas, una de las tradiciones más esperadas de la jornada. Entre ellas, destacó especialmente una «reata de hojalata», una creación original que sorprendió a la multitud congregada. Las reatas quedaron expuestas en el aparcamiento del santuario, permitiendo que miles de personas las admiraran a lo largo de la mañana.
Declaraciones: orgullo y esperanza en la Romería
Antes de la misa, el presidente de la Hermandad, Alejandro Ramírez, destacó ante los medios que “esta está siendo una romería multitudinaria, donde la devoción y la fraternidad están marcando todos los actos”. Ramírez subrayó que el objetivo de lograr la Declaración de Interés Turístico Nacional está cada vez más cerca, gracias a la implicación de todo el pueblo.
Por su parte, el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro, remarcó que esta romería «es única en su entorno y en su forma de celebrarla, con nuestras reatas, nuestros bombos y nuestro folclore tradicional». Navarro espera una asistencia en torno a 30.000 personas y agradeció el esfuerzo de la Hermandad, las fuerzas de seguridad, los voluntarios y los trabajadores municipales: «Todos hacen posible que disfrutemos de una romería segura, emotiva y cada año más especial».
