Según los meteorólogos este es el año climático que más ha llovido desde que se tiene un control estadístico sobre el asunto. Al parecer habría que remontarse a 1947 para ver un año de tantas lluvias, aunque en aquel año no había los medios para el control contable de los aportes hidrológicos del clima.
Las consecuencias de las constantes lluvias en nuestra región se están empezando a notar y ya ha habido muertos como consecuencia del derrumbe de un puente, aunque no ha sido el único puente derrumbado. También ha habido varios cortes de carreteras por desprendimientos, pero sobre todo por el mal estado de conservación.
Eso ocurre en una región con muchos kilómetros de autopistas casi vacías, y en un país en que se rescata con dinero público a las autopistas privadas. Un país con aeropuertos sin aviones y carreteras en completo abandono. Con el dinero malgastado en la comunidad valenciana en la ciudad de las Artes, la fórmula 1 y el aeropuerto de Castellón, se podría reparar y mantener toda la red de carreteras secundarias de España.
Los cauces de los ríos se desbordan inundando casas y chalets construidos sin respetar la ley en las orillas de antiguos cauces, y en muchos casos el desbordamiento es debido a que se han arado los cauces, no se han limpiado otros, y en general, no ha habido control ninguno. Al igual que los incendios se apagan en invierno limpiando los montes, los desbordamientos se evitan limpiando los cauces y dejando suficiente espacio en los mismos en prevención de las crecidas.
El más vale prevenir es algo que en este país no se utiliza. Estamos demasiado acostumbrados a actuar en la improvisación y sólo buscamos el pelotazo y el efectismo político.
Llueve sobre mojado en el caso Noos y también se ha imputado a la infanta, algo que era de esperar y que, a pesar de los esfuerzos de su padre y del gobierno en que esto no ocurriera, han preferido que sea así y desviar la atención de la ciudadanía sobre la “herencia” del rey y su dinero en algún paraíso fiscal.
Llueve sobre mojado en el caso Bárcenas. Relacionado directamente con la trama Gürtel, se ha convertido en una patata caliente y, al igual que el caso Fabra, pasarán años y años mareando la perdiz intentando que prescriba el caso.
Llueve sobre mojado en el caso de los EREs de Andalucía, y en este rio revuelto unos y otros comparan la mayor gravedad de una podredumbre sobre otra. En este caso al menos ya ha habido gente que ha ingresado en prisión. Lo extraño es que el señor Bárcenas siga en libertad.
Llueve sobre mojado en el caso de la ILP de la plataforma antidesahucios. Los diputados del PP, muy disciplinados ellos, están dispuestos a ignorar a los cientos de miles de afectados, pasándose por el arco del triunfo el principio constitucional del derecho a la vivienda digna. Los afectados, en su desesperación, han puesto en marcha una nueva estrategia: el escrache.
El escrache es una forma de llamar la atención de la ciudadanía, y una medida de presión sobre la clase política. Esta manera de presionar consiste básicamente en concentrarse cerca del domicilio del político en cuestión y demandarle sus reivindicaciones. Lo cierto es que todo el PP ha puesto el grito en el cielo ante esto y ha acusado a los miembros del colectivo de desahuciados de terroristas. Se podría debatir sobre la legalidad del escrache, sobre todo por el peligro de sobrepasar ciertos límites, pero lo cierto es que las instituciones hace tiempo que sobrepasaron estos límites aplicándose con violencia sobre los más desfavorecidos y desprotegiendo al pueblo ante las injusticias, y no hay peor terrorismo que el terrorismo de Estado. Pero lo más paradójico es que el escrache lo utilizaron militantes del PP de forma habitual sobre miembros del PSOE cuando este gobernaba. He de añadir además que la PAH ha confeccionado un decálogo de actuaciones para evitar que los escraches se conviertan en actos vandálicos y hasta ahora el respeto ha sido total, si no hubiera sido así tendríamos a casi todas las televisiones martilleándonos con imágenes de violencia, sacadas de contexto además.
Lo repito una vez más: Han sembrado tantos vientos que recogerán muchas tempestades, sin embargo, como herederos directos del dictador y sus ideas, les importa tres narices el sufrimiento de las personas, al fin y al cabo ellos defienden la diferencia de privilegios entre los pobres y los ricos, y en su ideología, a pesar de llamarse cristianos, el principio fundamental es que no todas las personas son iguales ni tienen los mismos derechos, y eso lo demuestran a diario.
Llueve sobre mojado, y la metáfora se transforma en realidad, muchos ya no tienen donde protegerse de la lluvia, el agua les llega al cuello y cada vez son más los ahogados. Mientras tanto otros se protegen, como el bíblico Noé, en sus arcas construidas con el sufrimiento de muchos.
Siempre nos quedará la esperanza de que el agua los arrastre a ellos también y después de la tormenta ponernos todos a construir algo bueno.