En la mañana de este sábado 30 de noviembre, el auditorio del Museo López Torres de Tomelloso ha sido el escenario del acto institucional del nombramiento de Valentín Arteaga Sánchez-Gijardo como hijo adoptivo de la ciudad. Presidido por el alcalde Javier Navarro e introducido por la concejala de Cultura, Inés Losa. En el acto han participado Rosa Ana Rodríguez, primera teniente alcalde del Ayuntamiento de Campo de Criptana, así como miembros de las corporaciones de los ayuntamientos criptanenses y tomellosero. El evento estuvo marcado por intervenciones cargadas de admiración, actuaciones musicales y las emotivas palabras del homenajeado.
Un reconocimiento a una vida de entrega
El acto comenzó con la lectura del acuerdo plenario por parte de la secretaria del Ayuntamiento, Consuelo Rodríguez, quien destacó la extensa trayectoria de Arteaga en los ámbitos cultural, literario y religioso, además de su estrecho vínculo con Tomelloso desde su llegada hace más de cuatro décadas.
El alcalde, Javier Navarro, destacó que el reconocimiento trasciende el acto en sí mismo, convirtiéndose en un símbolo del vínculo entre Valentín Arteaga y la ciudad. “Hoy Tomelloso devuelve una pequeña parte del amor que Valentín nos ha regalado con su obra, con su fe y con su compromiso. A través de sus poemas, ha descrito nuestras calles, nuestra luz, nuestras viñas, y ha sabido captar el alma de este pueblo, inmortalizándola en palabras que resonarán siempre”.
Navarro recordó cómo Arteaga supo integrarse en la vida de Tomelloso, siendo maestro, pastor, amigo y creador cultural. “Valentín mantiene una historia de amor con Tomelloso, una relación que solo puede explicarse desde el amor más profundo, ese amor que le permitió captar la esencia de este pueblo para convertirla en versos. Sus palabras no solo nos describen, sino que nos elevan y nos dignifican como comunidad”.
“Hoy no solo celebramos a un poeta extraordinario, a un teólogo brillante o a un hombre de fe; hoy celebramos a alguien que, sin haber nacido aquí, se ha convertido en parte esencial de nuestra identidad. Porque Tomelloso no se mide por su extensión geográfica, sino por el tamaño de los corazones que lo conforman, y el corazón de Valentín late con fuerza desde hace más de 40 años junto al nuestro”.
El trío compuesto por Marieli Blanco, Claudia Simón y Raúl Landé, puso el toque musical con interpretaciones magistrales que incluyeron el «Ave María» de Astor Piazzolla y el segundo movimiento del trío para violonchelo y piano de Beethoven.
El emotivo discurso de Valentín Arteaga
El sacerdote y poeta protagonizó el acto con sus palabras, en las que mezcló agradecimiento, poesía y una profunda reflexión sobre el significado de la adopción. “Desde el instante en que puse pie en Tomelloso hace más de 40 años, me sentí hijo adoptivo de esta tierra”, confesó.
Arteaga destacó la hospitalidad y generosidad de los tomelloseros, a quienes describió como “personas que acogen con la misma dedicación con la que cuidan sus viñas y cultivan su arte”. Reflexionando sobre la palabra “adopción”, afirmó: “Es una obra de misericordia civil, cargada de ternura y compromiso. Tomelloso me ofreció una mesa, una silla y unos folios donde consagré mis versos a esta tierra, y en ese gesto me convirtió en su hijo mucho antes de que este reconocimiento llegara”.
El poeta recordó momentos clave de su vida en Tomelloso, desde su labor como docente en el Instituto García Pavón hasta su contribución cultural como fundador de grupos literarios y revistas poéticas. “Esta ciudad me ha dado más de lo que yo jamás podría devolverle”.
Testimonios y ovaciones
El acto también incluyó un vídeo con testimonios de personalidades y amigos cercanos que quisieron destacar el legado literario y humano de Arteaga. Uno de los mensajes más emotivos llegó de Luis López, académico y admirador de la obra del homenajeado, quien afirmó: “Valentín Arteaga es un gigante universal de la poesía manchega. Su voz ha llevado el alma de esta tierra a cada rincón del mundo”.
La ceremonia concluyó con el auditorio puesto en pie para escuchar el himno de Tomelloso que ha sido interpretado por Marieli, Claudia y Raúl.
Un legado que perdura
Valentín Arteaga, nacido en Campo de Criptana pero profundamente ligado a Tomelloso, suma este reconocimiento a una vida dedicada a la poesía, la fe y la educación. Su obra, llena de referencias a La Mancha, seguirá siendo un faro para quienes encuentran en la poesía una forma de reconciliarse con la vida. “La convivencia y la capacidad de acogida son los únicos medios para salvarnos”, afirmó Arteaga.