Este lunes arrancaba en el colegio San Antonio el proyecto “Las palabras que nos unen”, organizado por el Centro de la Mujer de Tomelloso, enfocado a la sensibilización del alumnado de Primaria en cuanto al lenguaje no sexista. En el programa van a participan cinco centros de primaria de la localidad.
Lourdes Clemente, técnica de Centro de la Mujer, resaltó la importancia del lenguaje no sexista como vehículo para la inclusión de las mujeres. En ese sentido, Clemente subrayó la riqueza de recursos y figuras de la lengua castellana, que permiten superar ese tipo de lenguaje sexista, usando términos genéricos, metonimias y solamente desdoblando cuando sea estrictamente necesario.
Lourdes Clemente dijo que las lenguas tiene el don de evolucionar y adaptarse a la realidad de las personas hablantes. Señaló también que el lenguaje es una magnifica herramienta como vínculo inclusivo y no sexista, empleándolo para visibilizar a las mujeres y destacar el lugar al que aspiran llegar en la sociedad. Así, la técnica destacó el importante papel de las palabras como eje integrador de la sociedad dado que aquello que se nombra cobra vida. Las palabras nos unen, aseguró, y por ello el lema de la campaña es “Las palabras que nos unen” y ha sido promovido por Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.
Ana Hernández, educadora infantil, intérprete de lengua de signos y encarga de impartir el programa, explicó que la actividad no consiste en dar una simple charla. Este programa va más allá, precisó, y trabaja diferentes dinámicas para enfocar donde encontramos algún tipo de machismo. Ese machismo es, en muchas ocasiones, inconsciente, dijo, se trata de una herencia o una tradición que lleva arrastrando durante años. Con este programa se pretende conseguir que los alumnos empiecen a identificar esas pequeñas notas de machismo en el vocabulario e intentar cambiarlas.
Hernández explicó que una vez identificadas se trata de que aquel que quiera pueda modificarlas de una manera más adecuada, buscando el equilibrio y eliminar esa discriminación que se lleva arrastrando durante tantas décadas. El objetivo principal, resumió la educadora, es que por medio de una actividad más dinámica, los chavales se den cuenta de la importancia que tiene el lenguaje, sobre todo a estas edades. Está científicamente demostrado, señalaba, que cuando nos proponemos una meta y hay un comentario machista, las chicas dejan esa meta a un lado porque creen que no pueden conseguirla.
Ana Hernández acabó manifestando que “las metas que nos proponemos se pueden cumplir” y que la palabra es un buen acompañante para esta camino hacia la meta.
