El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que el próximo curso político lo va a empezar, lo primero, con una reunión con empresarios y sindicatos, y además, ya está programando las reuniones con «multitud de alcaldes», muchos de ellos nuevos tras las elecciones municipales y muchos, ha dicho, del Partido Popular que se lo están solicitando.
Así, ha indicado que empezará a fijar las fechas para «ir reuniéndonos y establecer agendas compartidas porque me interesa, por supuesto, el máximo grado de colaboración institucional, independientemente del partido que gobierna cada sitio», ha asegurado en una entrevista en CMM.
Septiembre, ha continuado Page, va a ser un mes intenso de reuniones con ayuntamientos, con la mayoría de los cuales, ha dicho, cree que se va a entender «perfectamente. Desde luego me voy a entender con todo el que quiera entenderse. El que se quiera llevar mal conmigo se lo tiene que proponer muy a conciencia e intentarlo de manera muy evidente».
También ha señalado que la estabilidad política de Castilla-La Mancha ofrece certidumbre a los autónomos o los empresarios que, en la región, ha afirmado, «van a encontrar un refugio perfecto, cierto, seguro y sereno para su inversión».
Respecto a la reforma del Estatuto de Autonomía, ha dicho que ha habido contactos iniciales con los demás grupos políticos, pero no hay todavía ninguna conclusión, y en cualquier caso, ha manifestado su deseo de que «salga de Castilla-La Mancha una reforma estatutaria con el mayor consenso posible».
Sobre el agua y el trasvase Tajo-Segura, García-Page ha criticado «la estrategia que siguen los radicales del agua en el Levante español, que prefieren toda el agua del Tajo para regar sus cosechas, aunque sea a costa de la capacidad de beber de las personas que viven en La Mancha. Es indignante y si hay algo que nadie discute es que el agua tiene que servir en primer lugar para beber», ha afirmado.
