La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, ha propuesto a las comunidades autónomas que la nueva EBAU o prueba de acceso a la universidad tenga menos exámenes, en concreto que pase de cuatro a dos, y que incluya una prueba de madurez académica que tenga un peso 75% del total.
Estas son las principales novedades del último borrador que propone el Ministerio de Educación para acceder a la universidad y con las que se replantea la estructura actual de la prueba para adaptarse a la nueva ley educativa.
La ministra de Educación pretende que el cambio de modelo de selectividad se haga de forma «paulatina y gradual» para favorecer la adaptación del alumnado y del profesorado «con las debidas garantías».
Para ello, propone que el modelo actual se mantenga tres años en «tránsito» (hasta que entre en vigor el definitivo), en los que el alumno realice cuatro ejercicios que tengan la misma ponderación cada uno de ellos (el 25%) .
En concreto, uno específico sobre la modalidad obligatoria elegida, dos de materias comunes (Historia de la Filosofía e Historia de España) y un cuarto ejercicio, de carácter general, en el que se valoren las destrezas asociadas al ámbito lingüístico y evalúe la madurez académica del alumnado.
A partir del curso 2026/2027, según el borrador, la ponderación de este último ejercicio pasará a ser de 75 por ciento y sustituirá a las pruebas comunes, y se mantendrá el ejercicio específico de modalidad obligatoria (con un peso del 25%).
El ejercicio de madurez constará de dossier formado por una serie de documentos (textos, imágenes, infografías, gráficos, tablas, audiovisuales, etc.) que girarán todos ellos en torno a un mismo tema.
A partir de ahí se pedirá al alumnado que realice un análisis desde diferentes aspectos y perspectivas, respondiendo a diversos tipos de preguntas (cerradas, semiconstruidas y abiertas).
El objetivo de esta prueba es valorar la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información o interrelacionar toda esa documentación, de forma más o menos guiada a través de las preguntas o propuestas.
Además, tal y como se lleva a cabo en la actualidad, esta «fase de acceso» se complementará con otra específica «de admisión» en la que el alumnado realizará dos ejercicios, eligiendo de entre las materias ofertadas de 2.º de Bachillerato, de modalidad o comunes.
La nueva EBAU que propone el Ministerio de Educación descarta una prueba única para toda España, pero sí apuesta por acuerdos que permitan a los distintos territorios elaborar pruebas que sean homologables entre ellas.