En la noche de este martes, fría y propia del carnaval que se acerca, en la Posada de los Portales se inauguró la exposición fotográfica conmemorativa del XX Aniversario de la peña Los Canuthi. Estará en la planta baja del centro cultural hasta el 10 de febrero.
Consta de 500 fotografías y está organizada por Julio Pérez, el autor-recopilador del Diccionario Tomellosero. Asistieron concejales, miembros de la peña, familiares de estos y numeroso público. Durante los discursos de los concejales y sobre todo, de los representantes de la peña, de vez en cuando se oían apostillas:
—¡No te pongas tan fino, Angelete!
Un poco antes, Lorenzo Navarro y Ángel Morales, departen un rato con los medios, atienden gustosamente a nuestras preguntas.
—Lorenzo Navarro: Cuando empezamos en el año 1993 nadie podía pensar que llegaríamos a estas alturas y en estas condiciones. Nos encontramos satisfechos y para nosotros es un orgullo que la gente pueda venir a disfrutar de tantas y tantas imágenes que nos recuerdan momentos inolvidables y entrañables. Ahora el reto que tenemos es alargar esto otros veinte años. Estaríamos encantados en que toda la gente de Tomelloso pasara por aquí y viera lo que ha sido el carnaval de nuestra ciudad desde el punto de vista de los Canuthi.
—¿Cómo fueron los orígenes?
— Ángel Morales: Esto surgió… ¡por golfos!… se puede decir. Nos conocimos un carnaval, en un pub. Iba en una barca, haciendo esquí acuático, ellos estaban en el local, otros siete por lo menos y decidimos salir todos juntos al año siguiente. Así lo hicimos, no recuerdo si salimos vestidos de enanitos… luego al otro año fue cuando sacamos las damas y reinas, un año que no hubo, en 1993 o 1994. En vista del éxito que tuvimos, la gente se ha ido incorporando hasta que hemos tenido que limitar un poco el aforo, porque se nos va de las manos.
—¿Cuántos salieron aquella primera vez como Peña los Canuthi?
—Lorenzo: El primer año íbamos ocho, Blancanieves y los siete enanitos.
—Ángel: Ahora tenemos fijos cuarenta, pero siempre se nos agrega alguno: el amigo del amigo ¿sabes?… Hay muchos que me dicen: «Mira que me da envidia, me dan ganas de apuntarme» y yo, por cumplir, les digo: «Ve», pero hemos tenido que limitar las inscripciones
—¿Cómo ha evolucionado el carnaval de Tomelloso en estos años?
—Ángel: Llevo vistiéndome de máscara cuarenta o cuarenta y cinco años y antes pensaba que el carnaval era hacer el gamberro. Enganchábamos un remolque y una mula y nos íbamos a dar vueltas por el pueblo. Íbamos haciendo gamberradas para que la gente se enfadara, nos metíamos con las mujeres, los maridos se cabreaban… Antes consistía en meter la pata para molestar, se echaba agua, polvo para mancharte, pero ahora se ha ido refinando el carnaval. Máscaras callejeras hemos quedado cuatro, hay quien le da vergüenza.
—¿Es mejor esa evolución?
—Ángel: Sí, la gente se ha ido refinando, como debe de ser. Tampoco era normal aquello de los mascaros. También ha aumentado el número de comparsas y la gente que participa ahora en los carnavales se ha multiplicado por mucho.
—Durante este tiempo no solo ha sido carnaval, habéis realizado un montón de actividades, ¿con que os quedarías de estos veinte años?
—Lorenzo: Ha tenido tanta evolución esta peña que parte del carnaval más puro y más duro de Tomelloso… que a veces se quejan los más puristas de la peña de que ya no hablamos de carnaval, que lo hacemos de intercambios, de eventos lúdicos, que estamos hablando de transmitir cultura a otros lugares. Me quedo con una vivencia de hace menos de un mes, hemos ido a un sitio… Porque a nosotros lo que nos gusta es tomellosear, en carnaval, en romería… tomelloseamos en Tomelloso y fuera de Tomelloso. Como digo, hemos ido a una fiesta con bastante raigambre, en San Antonio, Ibiza, un sitio romántico, hippy… Y nos hemos encontrado en nuestra salsa, con nuestra forma de entender el baile, incluso. Allí la fiesta se modula alrededor de la música, se baila en la calle. Las veinte personas que hemos ido allí nos hemos sentido a gusto, identificados, nos han felicitado. Nos hemos significado como “Los Beatles de Tomelloso” y solo hemos tenido felicitaciones y peticiones para que volvamos.
La primera anécdota que tengo, cuando la Peña los Canuthi sale por primera vez motorizada, llevábamos a Isabel Gemio en una grúa con “Lo que necesitas es a dos”, ahí empezamos a estructurar el carnaval de otra manera. Empezamos a cambiar la agresividad, los polvos, por una parodia que nace del más puro humor tomellosero y para ello contamos con quince o veinte personas, que son los que nos han hecho disfrutar de la verdadera colectividad de los Canuthi.
—¿Con cuál espectáculo de los que habéis montado año tras año para carnaval os quedaríais?
—Ángel: Cuando salimos de damas y reina, aquello impacto mucho, sin meternos con la política fue muy político.
—Lorenzo: Fue un poco ácido.
—Ángel: Cuando salimos de zíngaros, cuando estábamos empezando, con la cabra. También cuando íbamos de niños, con la escuela.
—Lorenzo: Se da la circunstancia de que lo repetimos dos veces… porque al final no dejamos de ser unos niños malos, grandes, pero niños malos. Cuando nos ponemos el traje, nos los pasamos tan bien… También la vez que vestimos a San Canuto, que se suspendió el desfile por la lluvia… pero nosotros salimos, una vez que nos ponemos el traje ya no hay quien nos pare.
—Ángel: También salimos lloviendo con la escuela. Y en San Canuto salimos con las damas y las manolas, lloviendo.
—¿Seguís manteniendo la crítica social y política, qué es en lo que se basa el carnaval?
—Lorenzo: En un grupo de 40 personas la tormenta de ideas es lo que más abunda. Realmente nos cuesta mucho trabajo decidir el tema, tenemos tanta diversidad de opiniones. A uno le gusta más la corriente crítica, política, otros tienen más afinidad al campo, a nuestras raíces… Otros valoramos otras cuestiones. Y hemos ido haciendo una amalgama de proyectos de carnaval, que nos han salido bordados. En el sentido de que la puesta en escena es tan improvisada y anárquica que hace que todo funcione. El año pasado fue un montaje más estricto, de grupo musical, pero demostramos que los Canuthi saben adaptarse a la situación.
Son muchas cuestiones y ahora donde hemos llegado no nos limitamos solamente al carnaval. Queremos salir, queremos seguir tomelloseando. Hemos estado de vistas culturales a museos, a teatros, hemos ido de intercambios a Olot, a Ibiza, a Lepe… Nos cuesta trabajo plantearnos hasta donde queremos llegar… Queremos tomellosear.
