El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene a fecha de hoy el 92,7 por ciento de sus obligaciones de pago contabilizadas satisfechas, y las que no se han pagado serán abonadas «con los mecanismos de pago a proveedores» para «conseguir deshacer la bola de deuda acumulada» de la Administración.
Así lo ha asegurado en declaraciones a los medios el consejero de Hacienda, Arturo Romaní, antes de asistir a la jornada ‘Soluciones para erradicar la morosidad de las administraciones’ organizada por Fedeto, donde ha aseverado que aunque la Junta «no ha resuelto todos sus pagos» ya se ha conseguido terminar «sustancialmente» con los pagos acumulados pendientes.
Romaní ha señalado que la morosidad ha sido «un problema gravísimo en la región» ya que a final de 2011 «se debían 4.000 millones de euros a entidades locales, empresas, familias y asociaciones que tenían el derecho a cobrar en 30 días».
Para el consejero, el problema reside en que «cuando un Gobierno apoya sus gastos en la deuda llega el momento en el que los acreedores no financian», y es lo que le ocurrió al anterior Ejecutivo socialista.
«El Gobierno regional ha conseguido la solución pagando esos 4.000 millones arrastrados, para lo cual ha sido muy importante la colaboración del Estado, que se ha hecho cargo de acabar con la morosidad asumiendo su responsabilidad», ha apuntado.
Otra de las actuaciones del Ejecutivo ha sido, según el consejero, «el hecho de ajustar las cuentas y reconducirlas sin tardar ni un día», algo que se ha conseguido «cumpliendo el objetivo de déficit».
