En una tarde de temperaturas casi veraniegas, miles de vecinos de Tomelloso se acercaron este viernes al Santuario de Pinilla para celebrar San Marcos, una cita tradicional que sirve de preludio a la esperada Romería en honor a la Virgen de las Viñas.
Desde primeras horas de la tarde, Pinilla comenzó a llenarse de familias y grupos de amigos que, siguiendo la costumbre, compartieron el típico hornazo y otras viandas en un ambiente festivo y de convivencia.
Todos los caminos llevan a Pinilla
Los accesos al santuario mostraron una gran afluencia de público. Los tomelloseros llegaron a pie, en autobús, en coche e incluso en bicicleta, en un «ensayo general» para muchos de cara a la jornada grande del domingo.
No faltó tampoco la presencia de La Valiosa, instalada con su foodtruck para ofrecer hornazos recién hechos y refrescos a los asistentes, lo que se convirtió en uno de los puntos más concurridos de la tarde.
Juegos, devoción y ambiente festivo

El entorno de Pinilla rebosaba alegría. Niños correteando, jugando al balón o en los columpios, formaban parte de una estampa que anunciaba la inminente llegada de la romería.
Mientras tanto, muchos otros hacían largas colas para saludar a “madre”, como cariñosamente se refieren a la Virgen de las Viñas, en una muestra de devoción popular que no entiende de edades.
Las tascas del recinto ya mostraban un ambiente animado, especialmente entre los más jóvenes, que esperaban con entusiasmo los días grandes de la romería, este sábado y domingo, donde la fe y la fiesta se unirán en una de las romerías más importantes de Castilla-La Mancha.
La jornada de San Marcos vuelve a demostrar que en Tomelloso la romería se siente, se vive y se celebra desde mucho antes de su inicio oficial.















