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sábado, 21 diciembre
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Recorremos Tomelloso de punta a punta

Un paseo por Tomelloso que se puede hacer en menos de una hora

Se cuentan por centenares los vecinos que casi a diario hacen sus caminatas con el fin último de mantener sus arterias y su corazón en perfecto estado de revista. Todos los médicos coinciden en que andar al menos una hora al día es la mejor manera de mantener a raya el colesterol y los triglicéridos, además de impedirnos acumular kilos y “lorzas”.

La mayoría de los tomelloseros suele hacer un recorrido circular por las afueras de Tomelloso que puede tener varios recorridos, aunque las avenidas Juan Carlos I y Antonio Huertas suelen estar en muchas de estas rutas. Pero hoy vamos a ver el recorrido de Tomelloso desde la entrada de por la carretera de La Alavesa, hasta la carretera de Pinilla, cerca de la rotonda del recién instalado Toro de Osborne. De cartel a cartel de entrada a Tomelloso.

Bogas Bus

Comenzamos el recorrido por la salida de La Alavesa entrando en Tomelloso, donde nos encontramos una gasolinera a la derecha, y a la izquierda vemos los depósitos de alcohol de dos de nuestras fábricas de destilación de alcohol de vino, lo que ha sido y sigue siendo la base económica y seña de identidad de nuestra ciudad. Pero si había alguna duda de dónde estamos, nada más pasar la gasolinera veremos una escultura de hierro que representa un racimo de uvas, con la leyenda: Tomelloso, ciudad del vino. Esta escultura se repite en todas las entradas a Tomelloso.

Paseo San Isidro

Continuamos adentrándonos en la ciudad, y en el primer semáforo nos encontramos la Escuela de Artes “Antonio López”, otro de los símbolos de Tomelloso, ya que sin lugar a dudas Tomelloso es la ciudad “de los artistas”. Esta entrada a Tomelloso es una de las más bellas, ya que está plagada de árboles y vegetación; estamos en el Paseo de San Isidro, y unos cien metros más adelante nos encontramos a la izquierda las antiguas bodegas Perales, donde la familia Perales sigue manteniendo en perfecto estado la cueva donde antaño se elaboraban sus vinos. También nos encontramos, casi escondida, una típica fachada encalada manchega, con su zócalo en color añil. Acabamos el recorrido de esta calle llegando a la esquina de la residencia San Víctor, donde comienza una de las calles más importantes de la ciudad.

Calle Don Víctor Peñasco

Conocida como “Calle de la Feria”, porque al final de esta antiguamente se situaba el recinto ferial. Comienza ensanchando la vía hacia la derecha, donde se encuentra la plaza de toros, que ha cumplido recientemente los 50 años de su remodelación. Junto a esta se proyecta paralela a la vía un amplio paseo con bancos, «el paseo de las moreras», fuentes y la sombra de varias decenas de plataneras, donde podemos ver un “monumento” con doce barricas de roble, las cuales representan a las doce bodegas más importantes de la ciudad, y que nos siguen recordando dónde estamos.

Seguimos caminando por esta calle, que es la calle más comercial de Tomelloso, donde veremos en ambas aceras decenas de tiendas de todo tipo, hasta llegar a la Glorieta del Obrero, con la escultura dedicada a Francisco Martínez Ramírez, uno de los personajes más ilustres de Tomelloso y unos 200 metros más adelante llegamos a la Plaza de España, el centro de la ciudad y su punto radial, de donde parten las principales vías del municipio.

Hasta llegar a la plaza de España habremos hecho un recorrido de sur/suroeste hacia norte/nordeste.

Plaza de España

En la recién remodelada Plaza de España, además de un siempre muy animado ambiente, nos encontramos tres de los edificios más emblemáticos de Tomelloso, que son:

Calle Socuéllamos

Desde la Plaza de España, nos dirigimos en dirección nordeste por la calle de Socuéllamos, una de las vías de entrada y salida más importantes de la ciudad, pues desde allí se enlaza con las distintas carreteras que nos comunican con poblaciones como: Socuéllamos, Pedro Muñoz, Arenales de San Gregorio, Alameda de Cervera y Alcázar de San Juan, con su posterior desvío a Campo de Criptana. Hacia la mitad de esta calle, que se va ensanchando, nos encontramos con la rotonda del Olivo, de donde parte hacia la derecha la calle de Oriente, famosa por protagonizar un episodio de nuestra historia, y por ser donde vivía el Abuelo Palancas con su prole y sus cabras.

En esta rotonda era donde se pretendía instalar el monumento a la familia campesina, pero al no llegar a hacerse se sustituyó por un precioso olivo de unos 200 años.

Continuamos por la calle Socuéllamos y llegamos hasta el final de la misma, donde se encuentra la estación de autobuses frente a la “estatua de las grullas”, la escultura que se colocó en homenaje a las víctimas del Covid.

En ese punto la calle se bifurca, y por la derecha nos encontramos el Parque Urbano Martínez a la izquierda, y la antiguas bodegas Empe a la derecha, cuya continuación nos lleva al Teatro Municipal Marcelo Grande. En esta zona nos encontramos varios de los símbolos más icónicos de Tomelloso: Las chimeneas.

Avenida “Virgen de las Viñas”

En la bifurcación de la rotonda de la estación de autobuses continuamos por la izquierda hacia la salida norte. Aquí la ciudad empieza a mostrar sus señas de identidad económicas, pues en esta avenida nos encontramos algunos talleres, y negocios vinculados con las actividades industriales y agrícolas. Llegaremos al cruce con la N-310, donde nos encontramos a la derecha con Mostos Españoles, empresa dedicada a los concentrados de mosto, mientras que a la izquierda veremos los depósitos de acero inoxidables de varias alcoholeras, y los de la bodega más grande de Europa, la bodega-almazara Cooperativa Virgen de las Viñas.

Cruzamos la rotonda y nos encontramos a la izquierda el antiguo cuartel de la Guardia Civil, y unos doscientos metros más adelante tenemos el Museo del Carro y Aperos de Labranza. Dentro de este museo etnográfico, podemos encontrar, además de bastantes carros y vehículos antiguos de tracción animal, cientos de máquinas y herramientas de los distintos oficios, destacando sobre todo lo relacionado con la viticultura, las bodegas y las alcoholeras. En el patio del museo podemos ver un magnífico bombo, otro de los iconos de Tomelloso, que fue construido por el último constructor de bombos. Todavía se pueden encontrar por las tierras agrícolas del término municipal decenas de estas construcciones en piedra seca tan características de aquí.

Final del recorrido

Dejamos atrás el Museo del Carro, y hacia la carretera que va a Pedro Muñoz, donde tenemos a la derecha el polígono industrial “El Bombo”, mientras que a la izquierda, junto a la carretera, tenemos el Canal de los Auriles, el cual recoge las aguas fecales ya depuradas de Tomelloso para aprovecharlas como agua de riego.

Seguimos caminando por la carretera en dirección al Santuario de Pinilla, donde se encuentra la patrona de la ciudad: la Virgen de las Viñas. Pero acabaremos nuestro recorrido un par kilómetros antes de llegar a Pinilla, justo donde tiene sus límites el polígono El Bombo, donde encontramos la señal de salida de Tomelloso. Un poco más adelante encontraríamos la rotonda donde se ha instalado recientemente el también icónico Toro de Osborne, para volver a recordarnos que de esta ciudad sale más del 50% de todo el alcohol vínico que se produce en España.

El recorrido en cifras

Este recorrido lo hemos hecho en 42:43 minutos, a paso ligeramente rápido, con una velocidad media de 7,14 km/hora, habiendo recorrido 5,08 kms. con zancadas de algo más de 90 cmts, y 126 pasos por minuto, por lo que al final del recorrido habremos dado 5.407 pasos, habiendo quemado 394 kcal. Si el recorrido lo hiciésemos a ritmo tranquilo de paseo, nos llevaría aproximadamente 1 hora y 15 minutos, aunque también podríamos haberlo hecho a ritmo aún más rápido en poco más de media hora. La dirección de todo el recorrido ha sido desde sur/suroeste hacia norte/nordeste.

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