La primera prueba que tuvo que superar María fue cocinar un rico pescado como es el rape. Tuvo la gran idea de hacer un “suquet”, que es un guiso marinero, y demostró sus dotes culinarias haciendo un plato exquisito, según los jueces (este espectador se quedó con cierta envidia por no haber podido probarlo). En realidad el “suquet” es un plato más caldoso de cómo lo presentó María, pero quizá ahí estuvo su acierto, porque lo acompaño de una salsa de pescado reducida, aportando su toque manchego. Sinceramente pienso que una cocinera con una cultura gastronómica del interior cómo es la manchega tiene mucho más merito al saber sacar todo su potencial a un pescado como el rape.
Hacer el mejor plato de rape le dio a María un regalazo que consistía en un viaje y estancia para dos personas en Cadiz para probar las delicias del gran chef del mar Ángel León, además de salir a pescar en su barco.
En la prueba por equipos la cosa no fue bien, y su equipo tuvo que jugarse la prueba final eliminatoria. En esta ocasión los concursantes tenían que identificar aves, María identificó el faisán, y le tocó cocinarlo en tan solo 40 minutos. María volvió a demostrar su nivel haciendo unos muslos de faisán en su salsa acompañado de frutos rojos y frutos secos, con lo que de nuevo volvió a conquistar al jurado. Eso, junto a las pruebas de la semana pasada, la colocan en la quiniela entre los favoritos, pero es un arma de doble filo, porque me da la impresión que los miembros del jurado le van a ir exigiendo más conforme vaya avanzando el programa. No obstante se le ve una entereza y una seguridad en sí misma que es envidiable, también para algunos concursantes que empiezan a verla muy fuerte, y ya han empezado los rifirrafes. Confío en que María continúe en esa línea de concentración y seguridad, y que no se deje llevar por la dinámica del enfrentamiento. Si lo consigue tendremos una campeona de Master Chef tomellosera.
Otra cosa que me encanta de María Morales es su forma de promocionar su ciudad y de hacer patria continuamente, fueron varias las ocasiones en las que salió a reducir Tomelloso, incluyendo la referencia de Pepe Rodríguez a «la mejor pizza del mundo». Deseamos poder seguir disfrutando con sus platos hasta la final del concurso, y que siga vendiendo la Marca Tomelloso.
Una de las curiosidades del programa es que el proveedor de las aves es Higinio, que desde hace décadas regenta un puesto de aves en el mercado de Vallehermoso, al que durante una época de mi estancia en Madrid le compré pintadas, perdices y algún capón.
Animo María Morales, Tomelloso entero te apoya.