La presente edición de MasterChef está demostrando ser una de las más exigentes, y los concursantes no tienen ninguna tregua. Si la semana pasada opiné que el hecho de que María empezase a dejar de ser la favorita para muchos le ayudaría y le rebajaría la presión, creo que esta semana se ha cumplido, ya que en el programa de ayer la exigencia fue máxima, y ella estuvo fabulosa, demostrando que ha subido un nivel, junto con la exigencia del concurso.
La primera prueba, la que decide quienes son los capitanes para la prueba de exteriores, ayer era también eliminatoria, y la perdedora fue la simpatica Yao Ping. María hizo una gran plato con los productos que tenía: Unos raviolis con una salsa de queso en los que el jurado alabó la técnica y la evolución de la misma.
Lo peor vendría en la prueba de exteriores, en el que un accidente de Fran, al resbalarse llevando un recipente con agua hirviendo hizo que esta salpicase a María, que se hizo unas graves quemaduras en el brazo, lo que hizo que tuviese que abandonar las cocina para curarla, y puede que por su ausencia su equipo fuese el peor, dentro de una prueba en la que los dos equipos estuvieron bastante bien.
Una vez más María Morales tuvo que ir al «foso», pero ella los superó con valentía escogiendo la opción de trabajar con menos tiempo, y además se resarció cocinando el plato que le valió la expulsión, con un trabajo perfecto a nivel técnico y estético. La expulsada en este prueba fue Amelia.
Creo que cuando etiquetan a alguien como favorito es una presión excesiva para personas que están aprendiendo, y cuyo nivel entre ellas se supone debe ser muy parecido. Lo cierto es que María ha recuperado su autoconfianza, y cómo dije la semana pasada, su camino hacia la final va siendo cada vez más claro.
Quiero añadir algo que olvidé la semana pasada, y es mi aplauso a María Morales que dio voz a una de nuestras reivindicaciones históricas, como es la del tren. Desde este medio vamos a seguir a muerte con ella, porque es una gran embajadora de nuestra ciudad, y espero y deseo poder escribir la crónica del triunfo final de María Morales en MasterChef, aunque para nosotros ella ya es la triunfadora.