El 21 de diciembre de 2011, Mariano Rajoy se encontró con una España en quiebra, que parecía imposible de resolver. La situación de España era tan grave, que hubo que esperar dos años para conocer con exactitud las consecuencias que las políticas de Zapatero tuvieron para nuestro país. Una España muy diferente a la que recibe Pedro Sánchez.
Cuando el Partido Popular llegó al gobierno en 2011, se encontró con los cajones llenos de facturas sin pagar. Las cantidades adeudadas a los proveedores se incrementaron sin ningún tipo de control. Los proveedores sanitarios tenían que esperar una media de 525 días para cobrar sus facturas. El futuro de la sanidad estaba en riesgo por culpa de una gestión deficiente, y el Gobierno de Rajoy tuvo que adoptar las medidas necesarias para preservar las prestaciones sociales y mantener los servicios básicos del estado de bienestar, entre ellos la Sanidad.
Hoy Pedro Sánchez se encuentra con una sanidad saneada, con más recursos, más moderna y más digital que la que heredamos de Zapatero. Una gestión sanitaria que los españoles y españolas han valorado con un notable en el último barómetro sobre sanidad, obteniendo los mejores resultados en los últimos años.
El desempleo ha sido uno de los grandes retos a los que se tuvo que enfrentar Mariano Rajoy. Se encontró con un país con más de cinco millones de parados, donde se destruían 1.500 empleos al día y hoy, se ha recuperado el 82% del empleo destruido. Siete años después, se han creado un millón más de empleos y la economía española es la que más crece en Europa.
El sistema financiero español se encontraba en una situación de riesgo de primer orden, que obligó al gobierno de Rajoy a intervenir el sector bancario para proteger a quienes depositaron sus ahorros en los bancos y minimizar el coste para el contribuyente.
La unión entre socialistas, populistas, nacionalistas y proetarras ha arrebatado el gobierno a Mariano Rajoy. Pedro Sánchez recibe una España muy diferente y esta diferencia no es fruto de la casualidad, es el resultado de unas políticas serias y responsables donde por encima de todo ha primado el interés de la sociedad española.
Mariano Rajoy no se merecía este final, por ello me gustaría darle las gracias. Gracias por dejar una España con una economía en continuo crecimiento y con la tasa de desempleo más baja desde diciembre de 2008. Y gracias también por tu humanidad, seriedad y compromiso, y por pensar en los que menos tenían. Estoy segura de que con el paso del tiempo, la historia te valorará como el gran hombre de Estado que eres, y por haber sacado a España de las peores crisis económicas que ha sufrido en los últimos tiempos.
Por último, me gustaría decirle a la ciudadanía que desde el Partido Popular seguiremos trabajando por España y por los españoles con el fin de salvaguardar que la herencia de Mariano Rajoy no se destruya en pocos meses. Lo haremos desde la oposición pero sobre todo desde la responsabilidad y la confianza que depositaron los más de 7 millones de españoles en las últimas elecciones generales.
Carmen Quintanilla Barba
Diputada Nacional del Partido Popular por la provincia de Ciudad Real
Presidenta de la Comisión Mixta de Drogas