Pilar Merino Martínez ha sido la ganadora del Premio Local de Poesía “Ángel López Martínez” de la Fiesta de las Letras con “Las asusentes”, un homenaje a las escritoras Sylvia Plath y Anne Sexton. Merino, que se mueve entre el relato y la poesía, nació en Tomelloso por azar y admira la Fiesta de las Letras, en la que ha obtenido varios galardones, y la enorme implicación de la ciudad con la cultura.
Pregunta: —Ha conseguido el premio local de poesía de la Fiesta de las Letras, ¿qué supone para usted?
Respuesta: —Es una gran alegría. Recibir un premio siempre supone una satisfacción personal, sobre todo porque tu obra haya conectado con las personas que valoraban el trabajo. Además, te da la oportunidad de llegar a más gente, lectores a quienes emocionar de algún modo.
P: —Empezando por el principio, ¿qué va a encontrar el lector en “Las ausentes”?
R: —El poema es un homenaje a las escritoras Sylvia Plath y Anne Sexton, a sus vidas y sus escritos y, en particular, a su sensibilidad extrema. A la valentía de las personas frágiles. El hecho de que ambas optaran por el suicidio como desenlace para una existencia que no alcanzaban a comprender, o a tolerar, provoca que su “ausencia” sea aún mayor. Por abrupta e inesperada. Para algunos, tal vez inútil y, sin embargo, arrolladoramente vital y motivadora para otros. Por extensión, el poema abarca a todos los artistas que con su obra añaden algo de belleza al mundo.
P: —¿Cuál es su relación con Tomelloso?
R: —Nací en Tomelloso por azar. Mis padres eran nómadas, viajaban continuamente por motivos de trabajo. Durante mi primera infancia recorrí con ellos buena parte de la geografía española. Luego volví a Tomelloso para recibir un premio, hace ya unos cuantos años. Desde entonces siento una gran admiración por la Fiesta de las Letras y la enorme implicación de Tomelloso con la cultura, y muy especialmente con la literatura.
R:—¿Desde cuándo escribe? ¿Cuándo y por qué le llegó el gusanillo?
P: —Siempre me ha gustado mucho leer, creo que la “culpa” de mis ganas de escribir la tienen todos los libros que he devorado desde que era pequeña. Intentas realizar aquello que admiras. Luego, a veces, se convierte en necesidad y te sientes mal si no lo haces, te atrapa. Es difícil escapar.
P: —¿Siempre poesía?
R: —No, me muevo entre el relato y la poesía. No sabría decir cuál prefiero –a papá o a mamá–, cada uno toca resortes distintos en mi cabeza. Las palabras de los poemas aparecen solas, de forma misteriosa y casi mágica. En cambio el relato implica mucho trabajo, mucho orden, un pequeño universo hecho de humo y palabras que se construye despacio y en silencio.
P: —¿Ha ganado más concursos?
R: —Sí, me siento afortunada. En Tomelloso, además de los premios locales, he recibido el Premio de Poesía “José Antonio Torres” en 2013. Entre otros, en 2008 gané el prestigioso Concurso de Cuentos “Ignacio Aldecoa” (Álava). El más reciente, en 2017, es el Premio de Relato Corto “Atenea”, convocado por el Ayuntamiento de Armilla (Granada).
P: —¿Ha publicado su obra? ¿Tiene intención de hacerlo?
R: —No, mis relatos y poesías están recogidos en volúmenes conjuntos de algunos premios literarios. Escribo por placer, por afición, por necesidad. No me inquieta la idea de publicar
P: —En qué está trabajando actualmente? ¿Qué proyectos tiene?
R: —Tengo varios relatos con los que me gustaría componer un libro. Si encuentro el tiempo y la energía adecuados tal vez logre terminarlo.
P: —¿Qué opina de la Fiesta de las Letras, una celebración a la literatura que se ha mantenido cerca de 70 años?
R: —Como decía antes es admirable, todo un ejemplo. La primera vez que asistí a esta celebración me impactó ver una ciudad entera volcada con un evento cultural. Creo que tanto los organizadores como los ciudadanos deben sentirse muy orgullosos de su gran apuesta por las Letras y por la iniciativa artística y cultural que promueven. Mi sincero deseo de una larga vida.