El cuerpo de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha ha desarticulado en las últimas semanas varias redes dedicadas al furtivismo en las provincias de Toledo, Ciudad Real y Albacete, que capturaban corzos, ungulados y conejos.
De este modo, y según ha informado la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) en un comunicado, se ha puesto fin «a prácticas muy consolidadas, que además de comportar un grave peligro para cualquier especie animal suponen un riesgo para las personas».
En Toledo, concretamente, los agentes encontraron cepos colocados para capturar corzos; en Ciudad Real, tras meses de seguimiento se vio a una persona in fraganti en medio del monte mientras colocaba decenas de lazos de gran tamaño para ungulados y, por último, en Albacete han denunciado la colocación de cepos para conejos.
«Estas prácticas están terminantemente prohibidas en normativas comunitaria, nacional y regional, están sancionadas con elevadas multas y pueden suponer un delito contra la fauna y la flora, ya que en ellas es susceptible de morir cualquier animal, incluso de especies amenazadas», han insistido desde la Asociación.
Asimismo, en el caso de los cepos, tal y como se señala en el comunicado, también supone un «grave riesgo» para las personas que puedan utilizar el monte con fines de ocio.
Desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha reclaman a la ciudadanía que solicite la presencia de los agentes medioambientales cuando sea precioso a través del teléfono de emergencias 112.