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Opinión
Especies invasoras
Mariano Buendía junto a su primogénito Manuel van a pescar cangrejos de río al parque Natural de las Lagunas de Ruidera
Opinión
Crónica de un sábado por la noche en una ciudad cualquiera, por Manuel Buendía
El autobús urbano nº,3 recorre la ciudad de oeste a este, por lo que suele coincidir en él una heterogénea fauna, que a lo largo de su recorrido sube y baja del vehículo municipal, mezclándose así de una manera efímera las vidas y miserias de unos y otros
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: De Astorga a Foncebadón
Se sale fácil de Astorga. Nuestro Odiseo se olvida el cargador del móvil en el albergue, un peregrino se lo devuelve quince kilómetros después
Yo tuve el ombligo frío
Échale la culpa al boogei
Una tarde de domingo, en una de las frecuentes peripecias sociales de este que te escribe, sentido lector, nos encontrábamos de mano armada, tomando combinados en la discoteca que solíamos frecuentar. Con el hijo de un guindilla aparecido en un reciente relato, por cierto. En aquellos juveniles años discotequeros servidor empatizaba con todo quisque, las melopeas eran profundísimas y llenas de amor hacía los semejantes, sin discriminar a nadie por ningún motivo. Todos éramos colegas, unidos férreamente gracias al señor Larios.
Opinión
El emprendimiento
El poeta piensa mirando al cielo de soslayo mientras saca el labio de abajo, con la boca cerrada, deslizándolo sobre el de arriba. Intenta...
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: de Hospital de Órbigo a Astorga
Hace frío, a pesar de la procesión del Resucitado. Antonio dibuja el palacio diseñado por Gaudí, compra mantecadas, toma café, charla y cena sardinas de lata.
Yo tuve el ombligo frío
Las hojas muertas
El otoño es peligrosísimo, sobre todo para las cabezas. Éstas, con la caída de la pámpana, se despendolan y no hay quien las sujete. Debe ser algo arc
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: de León a Hospital de Órbigo
Desayuno gratis. Las plantas de los pies duelen desde el principio. La mochila pesa. Por la carga real y prosáica. No está el día para poéticos y etéreos recuerdos en el zurrón
Yo tuve el ombligo frío
Basilisa y el ataúd del tío Escudos
Basilisa Jareño Clamores estaba empeñada en sacar de pila a algún nieto de su hijo mayor, Jesús Tudela Jareño. La única condición que pusiera, fue que a lo que apadrinase le colocasen su gracia. Su nuera, Antonia Rodríguez López, hacía maniobras para no castigar a ninguno de los vástagos con el nombre de la abuela y que la mujer no notase que le hacían un feo
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: De Mansilla a León
En la Plaza de la Catedral, Antonio no puede contener las lágrimas por lo que ve
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: de Burgo Ranero a Mansilla de las Mulas
Jueves Santo. La tarde y la noche anteriores ha estado lloviendo. tres ampollas nuevas. Lo mal que se escribe tumbado y con una linterna en la cabeza. Pablo dice que no pasa de León:
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: de Terradillo de los Templarios a Burgo Ranero
Caminando tres horas bajo la lluvia, a Antonio se le ha metido el agua hasta en los bolsillos. Trece kilómetros como fantasmas, sombras jorobadas de colores casi imperceptibles
Opinión
Y llega el otoño
Las hojas de los árboles de la calle Doña Crisanta amarillean. Como en París
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: de Carrión a Terradillos
De Carrión a Terradillos.
Esta noche ha llovido (mañana hay barro), pero solo ha sido un matapolvos. Diecisiete kilómetros, feos, aburridos, vacíos, sin nada...y empieza a chispear.
Opinión
La resignación del poeta Morales
Con la resignación propia del aguamanil de una fonda de pueblo, haciendo de tripas corazón
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: De Hontanás a Frómista
Un Domingo de Ramos, a las seis de la mañana y en un pueblo de 150 habitantes. Eso también es el Camino. La tierra que atraviesan es caliza, yerma... apenas dará cosecha este verano. Pasan junto a las ruinas del convento de San Antón. En Castrojeriz la sombra es alargada. Curzando el puente de Fitero ya están en Palencia
Opinión
Marcelo Grande, pintor (crónica de un café), por F. Navarro
El pintor me espera sentado en un taburete del Café de la Glorieta. El Café de la Glorieta, como bien sabes avisado lector, existe, los tableros de las mesas no están hechos con lápidas de tumba, tiene un zócalo de arpillera, etcétera
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: De Burgos a Hontanás
De Burgos a Hontanás.
Tras una buena noche, a madrugar, saliendo de Burgos sin salir el sol. Bien pero sin euforia.
Desayuno en Tardajos. Pasan más...
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: de Agés a Burgos
La jornada empieza con buenas sensaciones. El frío es intenso al paso por Atapuerca. La entrada de Burgos es sosa. Las luengas barbas del...
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: De Belorado a Agés
De Belorado a Agés.
Despertado por una extrajera molesta con sus ronquidos, Antonio envía la mochila a la siguiente etapa. Por la pierna. Un atinar.
El...
Opinión
Hay que sentir la tierra en los pies, por F. Navarro
Los algarrobos son árboles altos y mediterráneos; tienen algo de Miró, o de Pla. Huelen a tramontana o a mistral
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: 13 de abril, por Antonio González Díaz
Tras una noche complicada y con dolores, Antonio encuentra por la mañana en el pueblo al fisio del albergue, le recomienda parar un día entero
Opinión
El tiempo amarillo, por F. Navarro
Las fotos viejas —algunas de color sepia—, nos entretienen y nos recuerdan la inexorabilidad del tiempo. Nos hacen pensar en la gente que sale...
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: 12 de abril, por Antonio González Díaz
Cuando uno se levanta de madrugada, varias veces, termina despertando a todo el mundo. Antonio atraviesa viñedos con Pablo, un riojano que le cuenta
Opinión
«Las amargas preocupaciones van a abandonar hoy mi pecho», por F. Navarro
El hombre mira a un lado y otro de la carretera. La urraca está en medio de la calzada. Devora un conejo. O un...
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: 11 de abril, por Antonio González Díaz
De Logroño a Nájera, perdido de noche por la capital riojana haciendo más larga, aún si cabe la etapa, triste y de despedidas. "Te quiero mucho" dich
Opinión
Relojes, como excusa y desahogo, por F. Navarro
El reloj de la torre es el único superviviente de la Guerra del Fin del Mundo. Es blanco, sin números romanos, lleva inscrito en...
El campo de las estrellas
El campo de las estrellas: 10 de abril, por Antonio González Díaz
De Los Arcos a Logroño.
Antonio amanece tan asustado como el primer día, teme que la molestia de la rodilla se convierta en dolor. Pisan la tumba de
