La alta cocina también tiene acento manchego, y Rubén Sánchez es uno de sus máximos exponentes. El chef del restaurante Epílogo, galardonado con una Estrella Michelín, participó este domingo en el showcooking de Tomelloso Sabor 2025, donde presentó varias propuestas elaboradas con productos de proximidad.
“Con la llegada de la estrella, Tomelloso ha subido como la espuma. Cada vez viene más gente de fuera a comer aquí, a cenar, a gastar… y eso es muy positivo para el pueblo”, explicó en una entrevista en directo con somosteuve. A su juicio, el reconocimiento no solo beneficia a su restaurante, sino que pone a Tomelloso “en el mapa gastronómico nacional e internacional”.
En su showcooking, Rubén Sánchez apostó por una cocina con identidad propia, basada en el producto local y en su reinterpretación desde la alta cocina. “Uno de los platos es un recorrido por el paisaje cambiante del campo en Tomelloso, donde antes solo había viñas y ahora también hay pistacho, almendra, oliva…”, detalló. También utilizó azafrán, queso manchego y asadillo como ingredientes protagonistas.
El vino de la zona, como no podía ser de otro modo, está muy presente en su cocina: “Todos nuestros fondos, tanto los de carne como los de pescado, llevan vino de Tomelloso. Le da esa esencia que muchas veces buscamos”. Incluso algunos de sus postres incluyen reducciones de vino blanco, aunque el chef no quiso revelar todos sus secretos: “Es una reducción casi a cero, concentrando los azúcares del vino al máximo”.
Rubén Sánchez también mencionó su interés por los productos de caza de la zona, que incorporará a su carta de otoño, y compartió un plato que nace del recuerdo familiar: “Hemos creado una receta con pollo curado y un fondo de pollo asado, inspirado en los que hacía mi madre”.
El showcooking de Rubén fue uno de los más esperados de la feria y consolidó su papel como embajador de la cocina de kilómetro cero. “Demostramos que en Tomelloso se puede hacer alta cocina, porque tenemos un producto excelente”, afirmó.
