El día de ayer, 3 de septiembre, la ciudad de Tomelloso vivió el paso de una DANA, un fenómeno meteorológico de gran intensidad que ha provocado grandes infortunios a los vecinos de la localidad. Garajes inundados, calles repletas de agua y tomelloseros arrojando agua fuera de sus casas, eran algunas de las imágenes que muchos pudimos ver el día de ayer.
Sin embargo, la DANA no solo ha hecho estragos a la ciudad de Tomelloso, sino también al campo, a los cultivos y a las instalaciones de muchos agricultores. Por ello, nos hemos lanzado a preguntar a varios de estos afectados con el fin de que nos cuenten qué consecuencias ha provocado este fenómeno meteorológico en sus siembras.
En general, preguntando a varios agricultores hemos sacado la conclusión de que las áreas afectadas han sido algo desiguales, por ejemplo, yendo hacía Socuéllamos son varias las hectáreas que se han visto dañadas por el granizo. Según nos cuenta uno de los agricultores, “pasaba con el coche y daba igual donde mirase que el granizo cubría una buena parte de la tierra”.
Asimismo, las fuertes rachas de viento, que alcanzaron hasta los 61 kilómetros por hora según la AEMET, han provocado severos daños a las instalaciones de los agricultores, “veías chapas de las casas del campo volando de aquí para allá y a la Guardia Civil intentando controlar la situación como podía”. Según nos han contado varias fuentes cercanas a la comunidad agrícola: “varios techos han acabado arrancados por el viento y otros hundidos por las fuertes trombas de agua”.
No obstante, estas rachas de viento también ha afectado a los cultivos, concretamente a emparrados y almendros. Uno de los afectados por estos vendavales nos ha comentado que más de una decena de almendros “han sido arrancados de la tierra y han quedado en tierras del vecino”.
De camino a Ciudad Real, el escenario ha sido algo similar, con las intensas lluvias siendo las protagonistas. Según ha informado la AEMET, la ciudad de Tomelloso y áreas de alrededor llego a presenciar casi 40 litros de agua, algo que los vecinos de la localidad casi nos confirman con sus testimonios: “podías ver lagunas en varios terrenos y emparrados donde no podías ver las uvas”. Todavía se desconoce cómo de grave ha sido la situación para los agricultores, ya que son muchos los que se están encontrando con la realidad en este preciso momento, sin embargo, está claro que los efectos negativos: “van a ser muy visibles en lo que queda de vendimia”.
