La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este lunes que su equipo ultima una propuesta legislativa para crear un certificado digital que «facilite los movimientos dentro de la UE y al exterior» de aquellos viajeros que hayan sido vacunados contra el coronavirus, pero también a aquellos que cuenten con anticuerpos o acrediten un resultado negativo en un test antes de viajar.
De este modo, la jefa del Ejecutivo cede a los países que como Grecia y España reclamaban una suerte de «pasaporte» para los viajeros inmunizados con el fin de reactivar el turismo tras la tercera ola de la pandemia, a pesar de que el jueves tras una cumbre con los líderes de la UE avisó de que Bruselas trabajaría en los próximos tres meses en un certificado solo de uso médico porque no había el consenso suficiente entre los Veintisiete para discutir qué usos se le podría dar más allá.
La jefa del Ejecutivo comunitario ha adelantado sus planes de presentar esta iniciativa durante un encuentro cerrado con diputados alemanes de su partido y lo ha confirmado después a través de Twitter, cuando la noticia había trascendido ya a la prensa.
En su mensaje en las redes, Von der Leyen ha apuntado que la propuesta se presentará «este mes» y «respetará la protección de datos, la seguridad y la privacidad», aunque ha evitado dar más detalles sobre el calendario o el contenido de la propuesta.
El certificado, que la política alemana ha bautizado como «Pase Verde Digital», incluirá datos médicos para indicar si el paciente ha sido vacunado o los resultados de pruebas para acreditar su estado si no ha podido vacunarse aún, por ejemplo una PCR negativa o un test que acredite que se tienen anticuerpos.
El objetivo es que este certificado «facilite los movimientos» de los europeos, ha dicho el portavoz de Von der Leyen, Eric Mamer, al recordar que la libertad de circulación es una de las cuatro libertades fundamentales de la UE, es decir, existen competencias comunes que permiten a la Comisión Europea presentar una propuesta legislativa.
De este modo, ha dicho Von der Leyen en Twitter, el objetivo del pase es permitir a los europeos que puedan ir «moviéndose gradualmente con seguridad» tanto dentro de la UE como hacia el exterior, y ello por viajes «de trabajo o por turismo».
En la actualidad, varios estados miembro mantienen sus fronteras cerradas a los viajes considerados no esenciales, como Bélgica o Alemania, y una mayoría exige un resultado de PCR negativo antes y un segundo test o cuarentena después del viaje para asegurar que no es portador de coronavirus.
Preguntado por el cambio de posición de Von der Leyen, su portavoz ha dicho que la presidenta de la Comisión «escucha» a los estados miembro y es consciente de cómo el debate ha ido evolucionando y ha entendido que existe una «necesidad de dar una solución concreta» a este asunto.
«Buscamos la mejor opción para asegurar que hay rápidamente una solución para este problema», ha continuado el portavoz comunitario, quien ha insistido en que la propuesta en la que trabajan en Bruselas «sólo atañe al paso entre fronteras y no a lo que puede hacerse dentro de cada Estado miembro».
En todo caso, la propuesta legislativa irá en paralelo al desarrollo técnico del certificado en sí que también deben acordar los Estados miembro a partir de directrices propuestas por la Comisión y que, según indicaron la semana pasada Von der Leyen y el presidente del Consejo, Charles Michel, es un trabajo que requerirá de «al menos tres meses» de trabajo.