Hasta el mes de Agosto se presenta la exposición de Pablo Carrasco en el Discobar Primer Plano del vecino pueblo de Argamasilla. Tras la pandemia y con todas las precauciones que la sanidad y la conciencia dictan, es bueno salir un poco y retomar la nueva normalidad además de ayudar a sectores económicos de los que dependen muchas familias. Como nos cuenta su dueño mientras selecciona música en el tocadiscos, por este lugar han pasado artistas de la talla de Manolo Buendía, Pepe Carretero, Jesús Millán, Pedro López Montero y muchos más. Ahora es el turno de Pablo Carrasco y con el nos reunimos esta tarde.
Cristina Gargiulo: ¿Cómo definirías tu muestra?
Pablo Carrasco: El título lo dice todo, Caprichos y Abstracciones. Yo no tengo formación académica, no pinto paisajes porque ¿para qué? Si hay gente que paisajes mucho mejor que yo, no pinto formas realistas, no tengo formación académica, me eduqué solo. Pinto desde hace más de treinta años porque es mi capricho, porque me gusta y en la abstracción encontré un modo de expresarme con el que puedo decir ¨este soy yo¨.
C.G.: Hablas de un modo muy personal de tu trabajo, si no tienes formación académica ¿Cuál fue el disparador?
P.C.: A comienzos de los 80 empecé a estudiar en la Escuela de Artes, para ser exacto en el segundo año desde su apertura. Yo buscaba otra cosa y dejé a los tres meses. Fui a una galería y me compré un libro sobre pintura al óleo y uno de carboncillo, unos lienzos, material y no he dejado desde entonces de pintar. Me quedé con las técnicas, con el uso de los materiales y aquí estoy.
C.G.: ¿Y cuáles son los caprichos?
P.C.: Pues eso, las formas, a veces premeditado como podría ser una curva, pero luego se convierte en una espalda y termino expresando el color de mis emociones.
C.G.: ¿Con encierro has pintado mucho?
P.C.: No he pintado nada, volvieron a casa mis hijos que estudian en Madrid y les dejé mi taller para que pusieran una mesa de ping-pong, podría haber pintado algo más pequeño, pero me apetecía más estar con ellos.
C.G.: Te gusta mucho el contraste de materiales.
P.C.: Eso ha sido una mutación previa a la pandemia, hasta hace unos años había evolucionado hasta usar solamente pinturas metálicas y de pronto empecé a sentir la necesidad de hacer cosas más nutridas, más amalgamadas y a la vez bonitas.
C.G.: Reconozco que esta sala, por sus dimensiones y el cuidado responsable que le está poniendo su propietario es segura respecto a posibles contagios. No obstante te pregunto ¿Cómo se te ocurrió una exposición en estos tiempos raros que corren?
P.C.: Porque ya te lo dije, son cosas bonitas que expresan emociones positivas colores y texturas que quería compartir. Quería que estuvieran colgadas en un muro donde otros lo encuentren al salir del encierro.
