La directora de Cáritas en la localidad, Teresa Requena, ha explicado las difíciles circunstancias de muchas personas durante la pandemia, en una localidad especialmente afectada por la COVID-19, y en la que, como en otros pueblos, el trabajo de Cáritas ha tenido que adaptarse a las exigencias del Estado de alarma, con atenciones telefónicas y de urgencia.
Requena ha señalado que la mayor parte de los 54.546 euros entregados en ayudas, ha ido a parar a ayudas económicas para alimentos y suministros que se han ingresado en cuentas bancarias de usuarios. En total, 40.210 euros en 682 intervenciones que no siempre han podido ingresarse en entidades financieras, puesto que muchas de las personas que reciben las ayudas no tienen acceso a cuentas bancarias.
Aparte de esa cuantía, 12.500 euros se han destinado a las 25 familias que habitualmente realizan talleres en Cáritas, mientras que 800 euros se han destinado a otras 4 familias que adquirieron compromisos educativos. Además, para la compra de medicamentos se destinaron 256 euros, y 200 más para facilitar viajes a aquellos a los que el Estado de Alarma dejó confinados fuera de sus domicilios habituales.
Además de estas ayudas, Cáritas ha ofertado 5 puestos de trabajo y ha ayudado en cuestiones relacionadas con el empleo a 256 personas. Para un buen número de aquellos a los que acompaña Cáritas existe una brecha digital que les impide hacer trámites que para otras personas resultan sencillos y rápidos.
Por su parte, Carmen Pilar Burillo, trabajadora de Cáritas en Tomelloso, ha explicado el tipo de ayudas que se han ofrecido y que han ido a parar a aquellos que menos derechos tienen. En concreto, dieron 208 ayudas en efectivo a personas que no tienen acceso a cuentas bancarias, como «emigrantes sin permiso de trabajo y residencia, temporeros, mujeres en contexto de prostitución o solicitantes de protección internacional». Burillo ha estimado que 124 personas de las 473 atendidas durante la pandemia no tendrán derecho a ninguna otra atención por carecer de empadronamiento o no llevar un año empadronado en la ciudad.
Del mismo modo, la trabajadora se ha mostrado agradecida por la solidaridad que ha visto entre las familias, así como la honestidad de aquellos que han pedido ayuda a Cáritas: «Nos han aportado muchas cosas positivas», concluía.
Un Corpus diferente
Antonio López, el sacerdote delegado de Cáritas en la localidad ha intervenido en la rueda de prensa explicando que la Iglesia «no ha cerrado» durante esta pandemia, sino que ha adaptado su presencia, con más trabajo en algunos ámbitos: «Apoyando a las personas más vulnerables y acompañando a las personas de los fallecidos».
Sobre la festividad del Corpus Christi, cuando se celebra el Día de la Caridad, López ha explicado que es la seña de identidad de la Iglesia y de Cáritas. Partiendo de la eucaristía surge la acción caritativa de la Iglesia. Este año, el Corpus se celebrará en cada uno de los cinco templos de Tomelloso, con procesiones dentro de cada iglesia.
