Los diez consejeros nombrados por Emiliano García-Page para conformar su Consejo de Gobierno esta legislatura han atendido a los medios de comunicación tras el acto en el que todos han tomado posesión desde el Palacio de Fuensalida, donde han agradecido al presidente regional la confianza depositada en ellos y se han puesto como objetivo «consolidar la reconstrucción» que, según comparten, arrancó en 2015 cuando el PSOE accedió al Gobierno.
En primer lugar, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha hablado de la reconstrucción del sistema sanitario, algo que seguirá comandando «con medidas lógicas».
Aunque ha dicho que «queda mucho por hacer» en su departamento, espera «rematar y poner al sistema de salud de Castilla-La Mancha en los primeros puestos» invirtiendo en «personas y en infraestructura» y poniendo el acento en la «humanización» del servicio.
Terminar los grandes hospitales iniciados y poner en marcha más ofertas públicas de empleo son los objetivos de legislatura del consejero del ramo.
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha adelantado que pondrá «especial énfasis» en mejorar parámetros como objetivos de deuda o déficit o recuperación de servicios.
Alcanzar «cotas de calidad» para dar a los ciudadanos «lo que se merecen» es algo en lo que trabajará desde su posición, trabajando por una nueva Ley de Presupuestos Generales para 2020 que sirva para avanzar en la recuperación y agilizando la digitalización en la Administración para «simplificar» más todavía las relaciones entre ciudadanos y Junta.
El nuevo consejero de Fomento, Nacho Hernando, ha centrado en Vivienda y Transportes dos de los mimbres con los que trabajará desde su nueva competencia.
En sus primeras palabras como consejero, ha querido acordarse de sus antecesoras en la pasada legislatura, la fallecida Elena de la Cruz y Tita García Élez.
Según ha dicho, hay «retos estructurales» en su Consejería como atajar el problema de la despoblación o conseguir acercar los servicios públicos a los ciudadanos.
Blanca Fernández, desde hoy portavoz del Gobierno y consejera de Igualdad, espera trabajar «para que la región crezca y la riqueza sea repartido de manera más justa».
Conseguir «cohesión social e igualdad» será el objetivo de este Gobierno «que seguirá adelante con la misma hoja de ruta».
«No engañamos a nadie, somos muy previsibles», ha dicho Fernández, quien ha reconocido que no se esperaba la llamada del presidente autonómico para asumir esta tarea.
De su lado, la consejera de Empleo, Empresas y Economía, Patricia Franco, ha aceptado el reto impuesto por Emiliano García-Page de conseguir establecer las bases para que puedan crearse 100.000 nuevos empleos en la Comunidad Autónoma en la legislatura que acaba de arrancar.
Para ello, promete esforzarse para que las empresas «se queden» en Castilla-La Mancha, y trabajará «siempre buscando la complicidad con el sector privado».
EL «HÁNDICAP» DE SUSTITUIR A FELPETO
Rosa Ana Rodríguez, nueva consejera de Educación, Cultura y Deportes, ha aseverado que sustituir en el cargo a Ángel Felpeto es «un hándicap enorme», ya que «ha sido un consejero muy carismático, un hombre de consenso que ha trabajado por alcanzando cotas de excelencia en su gestión».
«Me lo tomo como un reto personal, tengo en mi equipo a personas maravillosas que me acompañarán en una Consejería muy compleja», ha dicho Rodríguez, quien se marca como reto «estar en todos los lugares, grandes o pequeños» donde se le necesite.
José Luis Escudero, nuevo consejero de Desarrollo Sostenible, ha asegurado que asume su departamento «con mucha humildad y una carga enorme de responsabilidad».
Dentro del área que gestionará trabajará especialmente en políticas transversales contra la despoblación, pero también en el desarrollo de energías limpias y en acciones que sirvan para contrarrestar el cambio climático.
«Trabajaremos con entusiasmo y con diálogo con todos los interlocutores que se tienen que sumar a este propósito del nuevo Gobierno en la materia», ha aseverado.
La consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, ha afirmado que seguirá cumpliendo su cometido de «atender a todas las personas» que necesiten del «corazón» del Gobierno de Castilla-La Mancha.
«Este Gobierno se va a volcar para darle más a aquellas personas que lo puedan necesitar. Estamos muy orgulloso y seguiremos adelante con más leyes para conseguir que en Castilla-La Mancha se viva mejor», ha aseverado.
Francisco Martínez Arroyo, que suma a sus competencias de Agricultura las políticas de Agua, ha comprometido su trabajo en «defender los intereses hídricos» de la región, un reto que quiere lograr «desde la solidaridad y con ilusión y perseverancia».
«Vamos a pelear por defender el agua y a los agricultores», ha dicho Martínez Arroyo, que también ha agradecido a su «jefe» que vuelva a confiar en él para liderar la Consejería.
Por último, José Luis Martínez Guijarro, que volverá a ser vicepresidente del Gobierno castellano-manchego, ha mostrado su satisfacción por volver a tener peso dentro del Ejecutivo de Emiliano García-Page.
Ha valorado positivamente los nombres que conformarán el Consejo de Gobierno, con «gente nuevo» pero donde «permanece el núcleo duro que trabajará para que los Ciudadanos puedan vivir un poco mejor».
El nuevo Estatuto de Autonomía anclado al diálogo institucional serán dos retos por los que trabajará Martínez Guijarro, que tiene la intención de dar cabida en la Carta Magna castellano-manchega extremos como proteger el Estado del Bienestar, retocar la «arquitectura institucional» y reformar la ley electoral para tener «unas reglas del juego que mejoren la representatividad» en la región.
