Las relaciones de pareja, son algo que prácticamente a todos nos interesa, puesto que independientemente del grado de intimidad alcanzado en la relación, casi todos tenemos, hemos tenido o probablemente tendremos una relación de pareja en un futuro, bien sea hombre-mujer, hombre-hombre o mujer-mujer.
¿Qué es una relación de pareja? Es un vínculo afectivo mediante el cual se pretende compartir una serie de cuestiones como; intereses, metas, proyectos, objetivos.
Generalmente existe el mito de que en una relación de pareja, los miembros deben de unificarse, ser uno sólo; aunque existen matices. Si bien es cierto que es muy importante una puesta en común entre ambos y que ayuda la concordancia en aspectos como: religión, clase social, etnia, cultura, ideologías, etc., la autonomía personal y la propia identidad no debe perderse en una relación (como tan frecuentemente ocurre en relaciones de maltrato o dónde uno de los miembros es muy posesiv@). Para ser 2, es preciso primero ser 1 + 1, si una relación sentimental paga el precio de la pérdida de la propia identidad, está condenada a no producir goce ni felicidad a quien la ha perdido en la relación y a quien es amado por él. La pérdida de las señas de la propia identidad es una de las principales causas de las crisis de pareja y proporciona el sentimiento de la anulación de la personalidad.
Una relación de pareja puede perdurar durante más o menos tiempo, ser más o menos intensa, producir más o menos felicidad a sus miembros, Generalmente los intereses con los que empieza y continúa o termina no siempre son iguales o tan siquiera parecidos. Es importante saber algunos aspectos vitales, para entender mejor lo que supone una relación de pareja:
- La vida es abierta: Quiere decir, que puede ocurrir cualquier cosa, nada está prefijado. Aunque haya unos intereses en común muy sólidos en una relación de pareja; el aspecto provisional que ésta tiene, su imprevisibilidad ante tantos acontecimientos y experiencias como ocurren; pueden hacer que una relación perdure o no.
- Tiene un argumento: Tendencia a dar significado a la vida. A tener un conjunto de aspiraciones que puedan ser satisfechas en el futuro o al menos a intentarlo.
- Es dramática: En cualquier momento puede perder su línea argumental o sentido. Por mucho que a veces uno trate de prever la vida, siempre ésta puede ofrecer unas notas inesperadas o bruscas que rompan el equilibrio; a veces para reforzar la relación en sí o para romperla.
En una relación de pareja además de por supuesto la comunicación y el respeto (tal vez las principales), son muy importantes aspectos como: salud, economía, vida social, cultural, religiosa, profesión, afectividad y sexualidad. Cuándo en éstos aspectos no se da una buena sintonía, si las diferencias no son bien llevadas, en un futuro puede ser motivo de diferencias insalvables.
CONVIVIR EN PAREJA
Convivir en pareja, es ante todo compartir, tomar parte en la vida ajena y hacerla participar de la propia. La convivencia debe de ser una escuela en la que se ensayan, forman y cultivan las principales virtudes humanas: la naturalidad, sencillez, generosidad, paciencia, fortaleza, sinceridad; así como otras características que fomenten un clima armonioso y pacífico. La capacidad diaria para convivir, es como un termómetro que registra la altura, anchura, profundidad y la categoría de la personalidad de cada uno. En ésta convivencia, va a ser muy importante el que los dos miembros de la pareja tengan las ideas claras y sepan lo que quieren.
Son muy importantes, la comunicación y el conocimiento del otro antes de establecer relaciones de convivencia. Si bien siempre lo han sido, tal vez hoy en día lo sean más, puesto que la igualdad en derechos y obligaciones que se establece como base en la actualidad, hará que nada esté preestablecido sino más bien que se establezca en el respeto al otro en todas las dimensiones de la persona. El respeto al otro es consecuencia de su conocimiento, no sólo del que se estableció cuando se conocieron, sino en la evolución de la persona y de su personalidad a lo largo del tiempo. Establecemos como base que las personas evolucionan y no son las mismas a lo largo del paso del tiempo. Esto requiere un conocimiento continuo del otro, basado en el diálogo, en dónde la escucha ha de ser un continuo, que debe partir del interés por el otro y no solo basado en el amor pasional o romántico. Lo que se establece en el amor romántico o enamoramiento de los primeros momentos, no sirve como base para el conocimiento del otro, ya que se trata de sentimientos que anulan la voluntad e incluso la objetividad para la escucha y el conocimiento más en profundidad del otro. Son momentos de romanticismo, en los que se está en un estado alterado de conciencia muy “arrebatador”, que hace que uno no piense más que en lo maravilloso del otro ser y en los maravillosos momentos que se están pasando juntos, pero en los que no se conoce a la persona en su totalidad. El romanticismo es perecedero y se produce fundamentalmente en la adolescencia, cuando la ignorancia sobre las dificultades que presenta la convivencia, hace que no pensemos en que pueda haber inconvenientes.
Partimos de la base de que en una relación de pareja hay tres vidas: la de uno mismo, la del otro y la vida en común. Las vidas particulares de cada uno han de ser negociadas, aceptadas y respetadas por el otro, aunque no se compartan. En este aspecto entramos en el tema de la confianza y del respeto al territorio particular de cada uno. La territorialidad es importante a tener en cuenta y facilitará una mejor convivencia, además de evitar incomodidades que puedan desembocar en considerar al otro como un “intruso” en nuestra vida en vez de un compañero solidario o un aliado.