Cristo Resucitado, victorioso de la muerte, se reunió con su madre, María, en la madrugada de este Domingo de Pascua en la Plaza de España de Tomelloso, al final de la procesión de “El Encuentro”.
La imagen de Cristo salió de la parroquia de San Pedro y la Virgen María, con velo negro, de Santo Tomás. Jesús entró en la plaza por la calle Nueva. Su madre lo hizo por Independencia. Ambas imágenes se encontraron en la puerta del Ayuntamiento, entre la ovación del numeroso público que acudió a la plaza.
El párroco de San Pedro, José Luis Merino, fue el encargado de pronunciar el Pregón Pascual. Proclamó, citando a San Pablo, que sí Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe. Creemos en Jesucristo, vencedor de la muerte, señaló, no nos podemos quedar en la mitad. El sacerdote agradeció que se le reconociese como pregonero, dijo que se sentía orgulloso de dar una buena noticia: Cristo ha resucitado y las tinieblas han huido. Jesús, seguía en otro pasaje, es el sentido concreto y final de nuestras vidas y si resucitó no fue para marcharse. El mal nos continúa marcando y creemos que el amor está muerto: no, proclamó. Anunció la buena noticia “la que han visto sus amigos, Jesús está vivo y les dice, la paz esté con vosotros”. Después de tantos años creemos su Palabra, Jesucristo está vivo entre nosotros.
Como nota curiosa, el Pregón Pascual comenzó antes de las 2 de la madrugada y acabo cerca de las tres y media. Esta circunstancia no se debió, ni mucho menos, a José Luis Merino, que pronunció un bello y breve pregón, tuvo que ver con el cambio de hora.
Tras la felicitación de la Pascua por la presidenta de la Junta de Cofradía, Beni González, la imagen de María se le cambio el manto negro de luto, por otro blanco de alegría. Los dos pasos volvieron juntos a la parroquia de La Asunción.
La vigilia acabó con un chocolate con tortas a beneficio de Cáritas.
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