La Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Cuenca ha presentado, ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM), la respuesta a la demanda de la Abogacía del Estado, por la ampliación de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de El Hito, la zona donde se plantea instalar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas.
La Plataforma, que solicitó esta ampliación, está convencida de que el TSJCM tendrá en cuenta «los importantes valores ambientales de la zona por encima de otras consideraciones».
«La Abogacía del Estado pretende mezclar el proyecto del ATC, con la protección ambiental de un territorio, cuando son asuntos muy diferentes. Por ello el escrito del equipo jurídico de la Plataforma se ha centrado en lo que entiende que debe dirimir el alto tribunal: si el área protegida tiene suficientes valores para merecer su protección», ha informado la plataforma en nota de prensa.
Para María Andrés, portavoz de la Plataforma, ganadera y vecina de Villares, «aún con la espada de Damocles encima», ha expresado que desde la Plataforma seguirán trabajando «duro para poder sacar esta amenaza definitivamente de nuestra tierras, conseguir que se haga un calendario de cierre de centrales nucleares y tratar la producción de residuos nucleares con la importancia que tiene».
«Hasta ahora se ha jugado con la gestión de residuos nucleares, como si de una partida de ajedrez se tratara. Esperemos que en este 2018 que va a empezar, podamos celebrarlo y para ello estamos preparando nuevas movilizaciones, que se darán a conocer en breve», ha afirmado.
A su juicio, «tener un cementerio nuclear en Cuenca o en cualquier otro municipio, deja la puerta abierta a la energía nuclear y a que el problema de la gestión de residuos siga en aumento. No debemos olvidar que se trata de los compuestos más contaminantes de la Tierra y que las nucleares no son necesarias», ha aseverado.
La Plataforma ha realizado estas declaraciones este sábado cuando se cumplen seis años desde que Villar de Cañas, fue designada para albergar el Cementerio Nuclear, «una de las noticias más tristes que han dado a las gentes de Cuenca».
