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domingo, 8 diciembre
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Volvemos a las calles otro 8 de marzo

Artículo de opinión de Olga Ávalos, concejal de Izquierda Unida-Podemos de Toledo

Otro 8 de marzo que nos faltan mujeres porque han sido asesinadas, tenemos que reivindicar nuestros derechos porque si no lo hacemos se pueden perder. Exigir igual trabajo igual salario, abolir la prostitución, y así un sinfín de reivindicaciones. 

En el ayuntamiento de Toledo no tenemos actualizado el Plan de Igualdad (debería ser el III). No tenemos protocolo en los centros de trabajo para atajar situaciones de violencia en el trabajo ni identificador de dónde pueden producirse situaciones de diferentes violencias contra las mujeres. No tenemos una evaluación específica de los riesgos psico-sociales que puede haber en la plantilla de mujeres en el ayuntamiento ni cómo se trata en los pliegos de servicios públicos privatizados el trabajo de mujeres. Por ejemplo, decir que en el pliego de limpieza viaria y recogida de residuos (basura) se tiene en cuenta para la contratación a mujeres víctimas de violencia doméstica, no de género. 

En los últimos carnavales no se pusieron puntos violetas, a pesar de que desde el Grupo Municipal Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, lo reivindicamos desde el principio que se instalen en todas las fiestas donde el consistorio esté presente y con horarios amplios, no un ratito un día. 

La ciudad no está hecha para las mujeres. Sigue habiendo puntos negros para nosotras, donde el simple hecho de andar se convierte en un calvario. Tampoco se han recogido todas nuestras reivindicaciones en este sentido en esta legislatura, a pesar de haber acordado destinar el 1% del presupuesto municipal a políticas reales de igualdad. Todo esto no se hace solo dos días al año, es un trabajo continuo, transversal y diario. 

El 8 de marzo no es una conmemoración más. En marzo de 1857 las trabajadoras de una fábrica textil salieron en masa a las calles de Nueva York, con el lema «Pan y rosas», para protestar por las duras condiciones que tenían en sus empleos.  

En su fábrica de Sirtwoot Cotton murieron más de un centenar de mujeres quemadas en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga que habían hecho protestando por sus derechos. Por lo tanto, no es un día para una marcha sin más, es un día para seguir luchando por la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad. No sólo colocando lacitos, sino realizando políticas reales con presupuestos y con ganas de cambiar la sociedad en la que vivimos.

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