Castilla-La Mancha va a recuperar su órgano fiscalizador de cuentas, después de que fuese eliminado por el Gobierno de María Dolores de Cospedal, al haber aprobado este jueves las Cortes regionales el Proyecto de Ley de creación de la Cámara de Cuentas, que ha salido adelante con el único apoyo del PSOE y el rechazo de PP y Ciudadanos.
El texto no ha logrado concitar el acuerdo de los tres grupos parlamentarios pese a que el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha pedido a PP y Cs, antes de la votación, que reflexionasen y apoyasen el proyecto, pues redunda en un mayor autogobierno.
Así ha quedado de manifiesto durante el pleno, en el que se ha debatido el dictamen elaborado por la Comisión de Economía y Presupuestos sobre el Proyecto de Ley de la Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha, marco en el que han vuelto a aflorar las diferencias entre los tres grupos parlamentarios en torno a esta órgano fiscalizador. De hecho la mayoría socialista no ha tenido a bien incorporar ninguna de las 32 enmiendas que han llegado ‘vivas’ al debate’.
«Eso está en la vida. Nosotros gobernamos y ustedes están en la oposición. Si sus enmiendas hubieran ido en otro sentido hubiéramos llegado a acuerdos. Pero si contraponen el modelo del PSOE, que tiene mayoría, estaríamos locos si dijéramos que les aceptamos sus enmiendas», les ha espetado el parlamentario socialista, Fernando Mora, encargado de defender el dictamen.
Las únicas validadas en comisión por PP y el PSOE, y rechazadas por Cs en la comisión, determinan que quien ostente la Presidencia de este órgano podrá ser cesado por el Parlamento autonómico por mayoría de tres quintos en primera votación o mayoría absoluta en segunda votación en caso de incumplimiento grave de los deberes de su cargo o inelegibilidad sobrevenida.
VALIDA EL PRINCIPIO DE AUTOORGANIZACIÓN
En su alegato, Mora ha defendido que 13 de las 17 comunidades autónomas ya poseen este órgano, con el que se hace efectivo el principio de autoorganización, contribuye a los sistemas de control, salvaguarda los principios de legalidad, eficacia, eficiencia y gestión administrativa de los recursos públicos.
A su entender, crear la Cámara de Cuentas «tiene gran lógica», pues de este modo el sector público regional será fiscalizado por un órgano propio, dependiente de las Cortes. «Es un órgano que garantiza la integridad y la transparencia en los recursos públicos», ha insistido Mora, que ha abundado en la necesidad de que sea unipersonal, pues ya demostró que, de esta forma, fue «útil, eficaz y austero».
ATENTADO CONTRA LA SEPARACIÓN DE PODERES
Mientras, el responsable de Ciudadanos, David Muñoz Zapata, ha vuelto a denunciar que este proyecto de ley es una «forma torticera de atentar contra la separación de poderes». «Pretenden que sea el Gobierno el que controle al Gobierno. Pretenden que nadie tosa al Gobierno».
«¿Como va a exigir cuentas la cámara de cuentas al Gobierno de Castilla-La Mancha si es el propio Gobierno con su mayoría quien lo elige de forma indirecta?», ha insistido el representante de Ciudadanos, que ha vuelto a desgranar el contenido de las enmiendas que su grupo ha presentado al proyecto, y que han vuelto a ser rechazadas.
Por ello, ha pedido al Gobierno regional que retire el texto de este órgano y que presente otro proyecto de ley que respete la esencia de este órgano de control, que sea «eficaz y efectivo» y conlleve el menor coste posible, alertando y mostrándose convencido de que la persona que ocupe este órgano «tendrá el carné del PSOE».
ALERTA DE OTRO «CHIRINGUITO» DEL PSOE
De su lado, el diputado del Grupo Popular Miguel Ángel Rodríguez ha vuelto mostrar recelo de que este órgano vaya a fiscalizar a las entidades locales, de la titulación necesaria para ostentar la Presidencia, de la duración del mandato o de la elección de los auditores de la cámara, considerando que serán elegidos «a dedo» por parte del presidente regional.
Dicho esto, y tras asegurar que a su formación no le gusta que el Ejecutivo regional resucite este órgano, ha pedido al PSOE que incluyan sus enmiendas para «quitar buena parte de la patina de discrecionalidad» y reforzarlo para que parezca imparcial.
«No estamos de acuerdo con el órgano ni con quién va a ocupar la Presidencia, que será quién quiera el PSOE. La resurrección de este órgano tiene más sombras que luces. Huele a otro chiringuito de la administración regional», ha lamentado Rodríguez.
Tras asegurar que el Gobierno del PP tuvo que anular este órgano porque Castilla-La Mancha era la única comunidad intervenida en la crisis del 2008, ha terminado denunciado que esta órgano vaya a costar al menos dos millones de euros, que no están ni presupuestados, cuando es dinero hace más falta para atender otras necesidades.
LOS CONDUCTORES ASESORES DEL PP
Tras la intervención de los partidos ha tomado la palabra el consejero, que ha sido especialmente crítico con el diputado del PP, al que, entre otras cosas, ha dicho que «se le caliente boca y miente más que habla», pues la región nunca ha estado intervenida.
«Ha hablado de chiringuitos. Les recuerdo sus asesores-conductor, que no conducían nada porque venían en AVE de Madrid. Ahora han cambiado por administrativo-conductor», le ha reprochado Ruiz Molina, que también le ha recordado que el Gobierno de María Dolores de Cospedal creó una oficina presupuestaria para «colocarle». «Cuando usted ascendió en su carrera política la cerraron. ¿Ese es el chiringuito al que se refiere?», le ha espetado.
«No me voy a cortar de llamarle demagogo», ha añadido el consejero, que ha defendido que en la región este órgano de control ha funcionado bien durante los 20 años en los que ha existido, al tiempo que ha añadido que siendo unipersonal ha resultado «austero».
De otro lado, y respondiendo a las críticas del parlamentario de Ciudadanos, el titular regional de Hacienda y Administraciones Públicas ha respondido que el Gobierno regional «no está en clave de colocar a nadie». «Señor Muñoz, tiene muchos demonios en el cerebro. Tiene el cerebro llevo de fantasmas, como en la película ‘Ghost'», le ha dicho.
El consejero, que ha explicado que no ha podido presupuestar aún un órgano que no ha sido creado, tras asegurar que tiene «más moral que el Alcoyano», ha terminado pidiendo a los partidos que reflexionen y no digan que no a un órgano que redunda en «transparencia y control democrático».