La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha avisado de que el sistema sanitario debe prepararse para dar respuesta a las secuelas que deja la COVID-19 en los pacientes, con el fin de minimizar cualquier discapacidad generada por la enfermedad.
Por ello, la organización ha puesto en marcha la campaña ‘#RehabilitaciónEsencial, con la colaboración de Merz Therapeutics, para poner en valor la labor de la Medicina Física y Rehabilitación. Asimismo, SERMEF ha destacado la necesidad de reforzar los servicios de rehabilitación, con el fin de atender la demanda creciente de personas con secuelas por el SARS-CoV-2.
«En la actualidad, no hay suficientes especialistas de rehabilitación para prestar atención adecua ni a las personas que han padecido COVID-19 ni al resto de pacientes», ha detallado la jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario del Marqués de Valdecilla (Santander), Lourdes López de Munaín.
En la misma línea se ha pronunciado el especialista en Rehabilitación del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, David Hernández, quien ha subrayado la importancia de dimensionar adecuadamente los recursos dedicados a paliar estos daños. «No esperábamos tener tantas secuelas en tantos pacientes y tan pronto en el tiempo», ha dicho.
El nuevo video de la campaña ‘#RehabilitaciónEsencial’ recoge testimonios de pacientes que han sufrido el SARS-CoV-2 y de profesionales de esta especialidad que inciden en la necesidad de prestar atención a los daños provocados por el virus.
Entre estos, destacan los que afectan al sistema respiratorio, nervioso y músculo-esquelético, que impactan sobre la calidad de vida de los pacientes y sus familiares y cuidadores y que deben ser tratados por especialistas en Medicina Física y Rehabilitación.
En algunos casos, las secuelas pueden persistir hasta meses después del alta hospitalaria, y es frecuente que los pacientes presenten deterioro funcional asociado a la pérdida de masa muscular, falta de fuerza, astenia y fatiga, así como problemas neurológicos, como dolor o dificultad de concentración.
Las personas con estancia prolongada en la UCI pueden requerir neurorrehabilitación motora y cognitiva a causa de los efectos de la inmovilización y el uso continuado de ventilación mecánica.
«Los pacientes que están largo tiempo en UCI, especialmente los que precisan de intubación, desarrollan con gran frecuencia el síndrome de debilidad adquirida en UCI. Esta afecta a los músculos implicados en la respiración, lo que comporta fatiga e intolerancia al ejercicio, que puede prolongarse mucho tiempo después del alta hospitalaria», ha detallado López de Munaín.
Además, la jefa de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario de Guadalajara, Lourdes Gil, ha informado de que los que han estado ingresados en la UCI pueden sufrir polineuropatía del paciente crítico, que causa principalmente discapacidad crónica debido a los cambios funcionales y estructurales en las fibras nerviosas y musculares, lo que produce debilidad muscular, así como miopatía, que provoca deterioro del tejido muscular, rigidez articular e incluso parálisis facial periférica.
La misma situación la ha descrito la jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, Helena Bascuñana, ha resaltado los problemas respiratorios residuales, que llevan incluso a que los pacientes necesiten terapia respiratoria domiciliaria una vez reciben el alta hospitalaria.
«Somos la única especialidad de la medicina que actuamos desde que el paciente entra al hospital con una enfermedad aguda hasta que se acaba su proceso con una minusvalía o dependencia, y si somos capaces de que dicha dependencia sea lo menor posible, va a ser favorable para el paciente, sus familiares y sus cuidadores y para todo el sistema», ha zanjado Hernández.