Podría publicar una foto del personal sanitario, dando las gracias a cualquier trabajador del hospital de Tomelloso.
Pero es que esta imagen representa todo lo que no me sale decir, por muy estúpida que parezca.
Llevo poco tiempo trabajando aquí, no tengo ningún conocimiento sanitario y por su puesto nada se de lo que han tenido que sufrir, pasar y luchar. Pero si os puedo contar lo que he visto conduciendo un simple carro hasta cada rincón.
He visto encargadas de la limpieza tratarme como una amiga de toda la vida. He hablado con Ufe de Sueños mientras enfundada limpiaba la mesa llena de pantalones.
He visto a los chavales de seguridad saludarme con la misma amabilidad las 569 veces que nos cruzamos en el pasillo y les he molestado para que me abrieran alguna puerta.
He visto a los encargados de mantenimiento más atentos que había visto nunca.
He visto a cocineras darme un cubierto cada vez que se me olvida, con la misma sonrisa que el primer día.
He conocido a un tal Antonio que ahora es celador de farmacia, que me ha hablado hasta de yoga. Y cada vez que nos cruzamos me dice ¡vamos!
He compartido momentos geniales con una de mis mejores amigas en lencería. Donde he conocido a personas que aunque cada uno de su padre y de su madre, Ramona, Jose, conmigo han sido buenas de verdad.
He visto bajarse de un camión cada día a Raúl, que viene de la lavandería, que sea lunes o martes siempre nos dice ¡venga que ya estamos a viernes, alegría!
He fumado con algunas de las supervisoras que estando hasta los huevos me han hecho reír y me han robado algún mechero.
He visto los ojos de las chicas de farmacia, Teresa, Rocío, Carlota, Ramona y las demás, a las que sinceramente les doy las gracias por aguantarnos y reírse con nosotras, también nos dan lacasitos y encima de eso, saludarnos con un ¡hola bombón!
He visto una sonrisa debajo de la mascarilla de cada auxiliar y enfermera todas las mañanas. Lauras, Cristinas, Almudena, Raquel, Ascen, Feli y un largo etc… Gracias a ellas me despierto, no solo porque nos invitan a café, sino porque siempre me voy riendo después de pasar por su planta, con la sensación de haber conocido a una gran persona más. Gracias. (También por el café con canela de después de comer, no me gusta pero me lo he bebido todas las veces).
Sois geniales.
He montado un carro de la ropa sucia con su supervisora, que es de las que piensa que más vale fuerza que maña. Pero todo sea por ese rato de risa.
Clara y sus compañeros nos reciben eufóricos cada vez que pasamos por su planta, y también nos han suministrado agua, que escucha todo es necesario, sois unos campeones.
Gracias a algunos de los chicos de urgencias he perdido más de media hora de trabajo. Pero que grandes conversaciones. Sobre historia conspiraciones y constipados.
Las chicas de la cafetería me atienden mejor de lo que nunca me han atendido en ningún bar, Ana y su cuadrilla que aunque corriendo siempre nos dicen ¡Que aproveche chicas!
He visto al mismo chico vestido de astronauta limpiar el ascensor 3 veces en la misma media hora.
He comido bizcocho con una celadora que nos ha dicho que si ya nos quedamos para siempre, Seve eres única.
Me he salido a hablar todos los días con una chica de preventiva, que siempre se preocupa porque salimos a la calle sin chaqueta.
Verán, no tengo el placer de conocer a Batman o a Spiderman y tampoco a Superman, pero he tenido el grandísimo privilegio de tomarme un café, con personas que sin capa y sin súper-poderes levantan el ánimo a cualquier persona, cuidan de ti como si fueras uno más de los suyos, sin hacer distinción.
Como no van a salvar vidas estas personas señores, sin son capaces de sonreír al mundo entero aunque el mundo entero este muriendo delante de sus ojos.
La duda ofende.
Aunque solo algunos tengan la capacidad de hacerlo literalmente, yo le agradezco a todos y cada uno que a mí me hayan salvado cada día. Todos los días.
Y les digo que estoy todavía flipando de haberles visto trabajar, que gracias a ello puedo callar cualquier boca.
Claro que os merecéis cada palmada de cada aplauso. Claro que os merecéis que os llamen héroes, pero yo siempre he pensado que los verdaderos héroes son las buenas personas.
Es raro decir que estes orgulloso de gente que apenas conoces, pero yo lo digo.
Esto no arregla nada, ni salva al mundo, pero es mi forma de decir que si algo va a mejor es gracias a todos vosotros.
Cristina Fernández Muñoz