El año 2020 ha traído consigo un panorama totalmente diferente. Sin embargo, si hay un sector que ha destacado durante estos últimos meses ha sido el campo, considerado clave y primordial para continuar con la cadena alimenticia.
La uva, alimento representativo de la región y del municipio, ha sido uno de los productos que tampoco ha parado. A falta de pocas semanas para terminar la vendimia, desde enTomelloso.com hemos visitado Bodegas Verum, de la mano de Elías López Montero, quien nos ha hablado sobre la situación actual de sus vinos y del mercado.
EnTomelloso: ¿cómo está avanzando la vendimia este año?
Elías López: La cosecha ha venido un poco adelantada y el año destaca porque ha sido bastante húmedo, no como el año anterior. La verdad es que ha habido unas últimas nubes de granizo, pero por lo demás hemos salvado las campañas bien, dentro de la normalidad. Lo que sí hay que destacar es que los vinos de este año tienden a tener una acidez más baja, quizás por haber pasado un ciclo un poco más acelerado.
ET: El 2020 ha sido un año peculiar, ¿se va a notar esto en los vinos?
EL: Se nota un poco. En general, los viñedos tienen el PH más alto de lo normal. Es raro, puede ser que el campo no esté exento de la situación que vivimos a día de hoy.
ET: ¿Crees que podrá destacar a lo largo de los años la situación de esta añada?
EL: No creo que sea una añada para recordar en términos cualitativos. Entiendo que la recordaremos por los niveles altos de PH, algo que no nos gusta a los elaboradores de vino, pero para eso existen otros medios para compensar estas características.
ET: En cuanto a la recuperación de la airén que estáis haciendo de viñedos antiguos, estáis reforzando la apuesta por vuestra finca «Las Tinadas», que da nombre a uno de vuestros vinos, ¿vais a seguir esta línea de trabajo?
EL: Sí. Nosotros siempre tenemos un contenido que da valor a la región, por eso hacemos una propuesta arriesgada con el airén, para que fuera un vino que pudiera convencer a la crítica internacional. Por eso, seleccionamos el mejor de nuestros viñedos, una parcela que ya veníamos estudiando, e hicimos un estudio.
Probamos muchos vinos de otros lugares para ver cómo se vende, para hacer una propuesta que conquistase a la opinión internacional, que son quienes dictan en muchos casos qué se vende y qué no. Los críticos son una parte más del engranaje, y que se pongan de acuerdo los tres críticos más importantes del vino es una alegría para la uva airén y para la región.
ET: Hace unos 30 años, recuerdo que mi abuelo decía que la airén no la elaboraban como se debía y que tenía muchas más posibilidades, ¿cómo la trabajáis vosotros?
EL: Lo primero es darle protagonismo a la viña. Hemos separado una parcela en la que confiábamos; está a 740 metros, es la finca más alta que tenemos. Le hemos dado importancia a lo que hay dentro de la viña. Hay mayor tipicidad en esta zona, con una microbiología específica de este viñedo. Esto, unido a devolver el airén a las tinajas y poco o ninguna filtración ni tratamiento de estabilización, hace que mantenga una textura muy primaria y muy pura.
ET: Está recibiendo buenas críticas, ¿también está teniendo buenos resultados a nivel de mercado?
Sí, pero justo ha pillado con la salida de Ulterior, que salió muy bien, y que ayudó a posicionarnos como una bodega revolucionaria que recupera varietales de la zona. A partir de ahí pudimos hacer un vino de airén y que llamáramos la atención. Creo que una cosa no hubiera pasado sin la otra, o que habría sido más complicado. Al final llegan los frutos de un trabajo en equipo.
ET: ¿Cuántas botellas hacéis?
EL: Hemos hecho unas 7.000 botellas de las tinadas del 2018 y unas 8.500 de 2019. Lo que queríamos es demostrar que los vinos pueden evolucionar bien en botella. Si los haces bien y das un buen tratamiento no dura 6 meses, dura más tiempo.
ET: Tenéis aguardientes que resultan premiados año tras año, y la parte de la destilería también es una apuesta fuerte vuestra, ¿vais a seguir manteniendo la misma línea o habrá alguna novedad?
EL: El tema es que ese mercado está difícil. Es un producto de sobremesa prácticamente, hay que valorarlo y venderlo en mesas determinadas. Si la gente hoy en día se quita el postre, ya la copa ni te cuento. Es un producto difícil de vender pero que nosotros mantenemos porque son nuestros inicios, nuestro origen. Además es excelente, no queremos privar al mundo del aguardiente que ha sido considerado el mejor durante siete ocasiones por la Asociación de Periodistas del Vino. Esto no se consigue por casualidad, lo seguiremos manteniendo.
ET: A día de hoy, se comenta que después del Gin Tonic y la Ginebra volvería el Brandy, ¿tú qué piensas?
EL: Ojalá volviera. Lo que percibimos es que tenemos todos los medios para que eso pase. El brandy tiene que encontrar formas de competir más inteligentes, ya desde la base, desde la regulación de su elaboración, porque si no es muy difícil competir con otros destilados que no se rigen a tantas restricciones. Hay una apuesta muy grande que hacer, no solo de las empresas sino de nuestros gobernantes.