El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la aplicación de un nuevo estado de alarma ante la segunda ola de COVID-19 que entrará en vigor a partir de esta tarde a nivel nacional.
La nueva declaración del estado de alarma se centra fundamentalmente en una limitación de movilidad nocturna de carácter general, junto a la posibilidad de cerrar la entrada y salida de territorios.
Las principales novedades son las siguientes:
— Las comunidades autónomas son las autoridades delegadas de ejecutar su cumplimiento.
— Tras los primeros 15 días de vigencia, el Gobierno llevará al Congreso de los Diputados la prórroga de la vigencia del estado de alarma para los próximos seis meses, hasta el 9 de mayo.
— El Gobierno establece un toque de queda nocturno que limita la movilidad de personas, salvo razones justificadas, desde las 23.00 horas hasta las seis de la madrugada de ámbito nacional.
— Esta prohibición de movilidad en horario nocturno es de aplicación en todo el país, salvo en el caso de Canarias cuya evolución epidemiológica es muy positiva
— Las comunidades autónomas pueden modular la aplicación de este toque de queda, adelantando a las 22.00 horas o retrasándalo hasta las doce de la noche. También lo pueden modificar para que finalice a las cinco o las siete de la madrugada.
— Los gobiernos autonómicos están facultados con el estado de alarma a aplicar un cierre de entrada y salida de todo su territorio o parte de él, con excepciones justificadas para ciudadanos que deban desplazarse por motivos sanitarios, educativos, laborales o cuidados de familiares, entre otros.
— Los gobiernos regionales pueden limitar reuniones sociales que superen las seis personas, salvo que sean convivientes.
— El órgano de cogobernanza entre el Gobierno y las CCAA es el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
— El ministro de Sanidad rendirá cuentas de su evolución cada 15 días.
— El Consejo Interterritorial puede reducir o ampliar medidas en función de la evolución de la pandemia.
— El Ejecutivo del Gobierno es bajar de una incidencia acumulada por debajo de los 25 casos por cada 100.000 habitantes. La incidencia actual es de 368 casos.
— Este nuevo estado de alarma se produce transcurridos siete meses del primero. La principal diferencia es que no paraliza la actividad del país ni impone el confinamiento domiciliario de los ciudadanos.