El sindicato Comisiones Obreras ante «la incertidumbre que provoca un virus sobre el que no hay control sanitario», ha pedido definir una estrategia de región, una estrategia que pasa por el conocimiento científico de la realidad social y económica de Castilla-La Mancha.
Pasa, ha dicho, por el estudio de cuál era la situación a finales de 2019 y cómo ha cambiado en estos meses, analizando qué aspectos constituyen nuevas ventajas competitivas, cuáles son las necesidades productivas que se detectan y de qué manera se puede reconducir el tejido productivo de Castilla-La Mancha a esas necesidades».
Así ha reaccionado la secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales de CCOO CLM, Mª Ángeles Castellanos, en el día en el que se ha conocido que el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en Castilla-La Mancha se situó al finalizar el pasado mes de octubre en 184.314 personas, tras subir en 6.226 desempleados, con una subida porcentual del 3,5%.
«Modernizar las administraciones también implica mejorar la información y el análisis de la realidad, algo que sin duda puede tener un impacto muy positivo en el empleo, más aún en un tiempo como el actual en el que se han desmoronado algunas certezas que han demostrado no ser tan ciertas, la vida es mucho más vulnerable de lo que se creía en el imaginario colectivo, también la vida económica, y una buena información y un buen diseño de escenarios, sin duda, contribuirá a diseñar un mejor futuro en el que nadie se quede atrás», ha afirmado la líder sindical.
Según ha informado CCOO en nota de prensa, el paro ha subido en octubre en Castilla-La Mancha en el mes de octubre, algo habitual en esta región por la finalización de la vendimia.
«Movernos en un tiempo de incertidumbre, no puede alejarnos de trazar y seguir una senda de rescate y recuperación. La pandemia cambia planes y previsiones, pero los objetivos de preservar la salud, preservar el empleo, avanzar en igualdad, garantizar mínimos vitales y proteger la educación y los servicios públicos en general, son irrenunciables y las estrategias que, sin duda, han de ir adaptándose a la realidad que en cada momento determine la evolución de la COVID-19, tienen que tener estos objetivos como prioritarios y transversales», remarca Castellanos.
