Ha sido este martes cuando el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que las personas mayores que viven en residencias de Castilla-La Mancha podrán salir de ellas para pasar las fechas navideñas con sus familiares, concretamente entre el 23 y el 31 de diciembre, siempre que se cumplan una serie de requisitos, como que los propios centros estén libres de COVID-19 y estas personas no tengan sintomatología compatible con el coronavirus.
Actualmente, son 52 las residencias de Castilla-La Mancha afectadas por coronavirus y casi la mitad de ellas se encuentran en la provincia de Toledo, concretamente, 26.
Para poder salir de las residencias en Navidad, los centros deberán estar libres de COVID-19 y no haber tenido ningún caso positivo en los últimos 14 días, así como que el residente no deberá tener clínica sospechosa del virus. Además, tendrán que cumplir otros requisitos como pasar toda su estancia fuera de la residencia en un solo domicilio y que en su entorno no haya personas sospechosas de haber contraído la enfermedad o que se encuentren bajo confinamiento.
En cuanto al regreso, el consejero ha explicado que se ha fechado en el 7 de enero para tener en cuenta un «periodo ventana mínimo» de siete días. Las condiciones para la vuelta serán similares a las de la partida, debiendo la residencia continuar libre de COVID, que la persona residente no tenga clínica sospechosa y que, además, se haga una prueba PCR en las 48 horas inmediatas a su regreso al centro. Además, una vez en la propia residencia, deberá cumplir un periodo de aislamiento.