Los ciudadanos españoles tienen desde la noche de este sábado 14 de marzo la obligación de permanecer en sus casas y no salir salvo por necesidades básicas. Esta decisión, consecuencia de la aprobación del estado de alarma, se acuerda para un periodo de 15 días prorrogable, durante los cuales el Gobierno asume el control de todas las actuaciones que sea necesario tomar para frenar la expansión del Covid-19. Las Fuerzas de Seguridad del Estado y también la Fuerzas Armadas, si fuera necesario, serán las encargadas de que se cumpla.
Así se recoge en el Real Decreto para declarar el estado de alarma ante el Covid-19 que ha aprobado este sábado de forma extraordinaria el Consejo de Ministros, reunido durante casi siete horas. El texto incorpora dos cambios fundamentales con respecto al borrador inicial difundido a última hora de la mañana: permite movimientos limitados restringidos de forma «individual» en todo el país y entra en vigor esta misma noche, no el lunes.
Según ha explicado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una intervención pública tras la reunión de su Gabinete, los escenarios en los que se permiten los desplazamientos y salida del domicilio se refiere a salidas «individuales», salvo en el caso de personas con problemas de movilidad o que necesiten ayuda, y sólo para atender una lista de necesidades básicas: comprar alimentos, acudir al médico, a la farmacia, al banco, al trabajo, ir a cuidar a personas mayores o dependientes, situaciones de fuerza mayor (pasear por ejemplo a un perro) y volver a casa quien estuviera fuera cuando se han dictado estas medidas.
El Gobierno permite que los ciudadanos salgan de sus casas con una serie de «requisitos», entre los que no se contempla «irse a cenar a la casa de un amigo o el ocio». «No podrán ir a una terraza, a la montaña o a una estación de esquí», ha añadido el presidente. Tanto quien se haya trasladado a una segunda residencia como quien siga en su casa habitual tiene que cumplir las mismas exigencias de no salir de casa.
En el turno de preguntas, el presidente ha explicado también que cualquier español en el exterior puede volver a España, siempre que justifique su residencia, y desde ese momento tendrá, como el resto de ciudadanos, limitados sus movimientos dentro de las excepciones mencionadas en el Real Decreto.
El estado de alarma que entra en vigor esta noche se prolongará 15 días y podrá ser prorrogado si así lo estima el Congreso. Sánchez no ha precisado en ningún momento si cree que será necesario alargar esta situación o no y ha reiterado que es una situación «cambiante», que se apoya en las decisiones de los expertos y que con la máxima colaboración de todos se superará. Tampoco ha querido apuntar cuándo podría empezar a reducirse, en vez de crecer, el número de contagios.
UNA ÚNICA AUTORIDAD COMPETENTE
«A partir de hoy, para que todos los españoles lo entiendan bien, la autoridad competente en todo el territorio nacional será el Gobierno de España», ha dicho Sánchez desde el inicio de su comparecencia, un mensaje que ha repetido varias veces.
El presidente ha zanjado cualquier actuación individual de una autonomía para tomar medidas, como pudiera ser Cataluña, porque el virus no distingue fronteras, ha dicho varias veces, y es necesario un mando único. Cada administración será competente para la gestión «ordinaria» de servicios, pero «siempre» estará a las órdenes directas de la autoridad competente, o sea, del Ejecutivo.
La máxima autoridad será el presidente del Gobierno y junto a él, los ministros de Defensa (Margarita Robles), Interior (Fernando Grande Marlaska), Transportes (José Luis Ábalos) y Sanidad (Salvador Illa). Ellos asumen el mando sobre los recursos de sus respectivas materias en todo el país y podrán tomar las decisiones que consideren necesarias «para garantizar la salud y la seguridad» de los españoles.
Marlaska queda desde esta noche al mando de todas las Fuerzas de Seguridad, incluidas autonómicas y locales, así como de los servicios de protección civil. Los cuerpos policiales se encargarán de que las medidas aprobadas se cumplan, pero si es necesario se requerirá la intervención de las Fuerzas Armadas. «El Ejército ya está preparado para ello», según ha dicho Sánchez, que ha agregado sin embargo que está seguro de que los ciudadanos cumplirán las restricciones para terminar con la pandemia.
El ministro del Interior podrá decidir si es necesario en algún momento limitar el tráfico por alguna carretera o incluso el cierre de una vía. Se trata de que se cumpla la suspensión de toda actividad salvo la de los centros sanitarios, farmacias, supermercados y tiendas de alimentación, peluquerías, tintorerías, ópticas, ortopedias, estancos y quioscos, tiendas de telefonía y de alimentación de animales domésticos.
Preguntado por la posibilidad de que sean nacionalizados servicios esenciales como el sector eléctrico, Sánchez se ha limitado a responder que el decreto de hoy pone «al servicio del estado de alarma» todos los instrumentos necesarios sean civiles o militares si llega el caso.
TODOS LOS SANITARIOS, BAJO EL MANDO DE ILLA
El ministro de Sanidad queda por su parte al mando de todos los centros sanitarios del país, públicos, privados y militares, y sus trabajadores estarán a las órdenes del ministro. Podrá imponer órdenes para asegurar el abastecimiento de productos sanitarios o que considere necesarios, incluida la intervención de industrias.
José Luis Ábalos, por su parte, podrá tomar cuantas decisiones sean necesarias para asegurar la movilidad de los ciudadanos. Se mantendrán los servicios marítimos, ferroviarios y de cercanías, pero se reducirán al 50% los de media distancia y los servicios regulares por carretera y marítimos. El ministro en cualquier caso podrá modificar estos porcentajes.
«EL VIRUS NO ENTIENDE DE IDEOLOGÍAS»
El presidente ha subrayado que el «virus no entiende ideologías» y no ha respondido a las críticas de la oposición por cómo afronta el Gobierno la crisis. Ha animado a los partidos a plantearle propuestas y ha pedido colaboración.
Lo mismo ha dicho sobre los presidentes autonómicos, con los que mañana mantendrá un encuentro por videoconferencia. El virus afecta a los ciudadanos, no a los territorios, y las medidas deben ir dirigidas a todos ellos al margen de donde vivan.
Sobre la posibilidad de que se cancelen la elecciones vascas y gallegas previstas para el 5 de abril, ha dicho que ambas autonomías debatirán el asunto y le comunicarán su decisión, pero ha dejado claro que el Gobierno ve «poco razonable» que se celebren.
COMPROMISO CON LOS MAYORES
El presidente ha hecho hincapié en la necesidad de «doblegar» la curva de propagación del virus, que deje de ser muy vertical, de crecer con la actual rapidez y el número de personas curadas sea mayor del de infectados. «Será el primer logro colectivo», ha recalcado. La solución no llegará hasta que no haya vacuna.
Sánchez ha hecho hincapié en que frenar los contagios es fundamental para proteger a los más vulnerables ante el virus, las personas mayores. Ha apuntado que en la crisis económica de 2008 ellos fueron «tabla de salvación» con sus pensiones para muchas familias, a las que dieron cobijo, y ha pedido «solidaridad entre generaciones» evitando ahora su contagio. «En esta crisis son ellos los que necesitan nuestra ayuda y podemos demostrar que aprendimos de su ejemplo, que podemos estar a su altura», ha dicho el presidente.
Sánchez ha dado las gracias en especial a los sanitarios, pero también a todos los que de alguna manera colaboran quedándose en casa y ayudando a que otros se queden en casa. «Vamos a ganar, sobre eso no hay discusión. Lo importante es que el precio por esa victoria sea el mínimo», ha concluido.