En el marco del expediente gubernativo abierto por la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) con el objetivo de garantizar el correcto funcionamiento de los registros civiles de la región como servicio esencial judicial, ha ofrecido datos actualizados de las licencias de enterramiento expedidas en la Comunidad Autónoma en el mes de abril, mes en el que en comparación con el año anterior se han incrementado los enterramientos en un 159,6% con 3.832, cuando en 2019 se registraron 1.476 defunciones.
De este total de enterramientos, el TSJCM estima entre confirmados y sospechosos de haber fallecido por COVID-19 un total de 2.674 personas, lo que supone el 69,8% del total de defunciones.
Según precisa el TSJCM en nota de prensa, se referencian como sospecha aquellos supuestos en los que se recoge dicha probabilidad o sospecha en la certificación médica o existen motivos para ello por concurrir procesos patológicos de tipo pulmonar compatibles con dicha causa.
Dicha información se ha remitido por la totalidad de los Registros Civiles de las cabeceras de Partidos Judiciales y una buena parte de las Agrupaciones y Juzgados de Paz.
Explica el TSJCM que se pusieron de manifiesto desde un primer momento dificultades para la gestión de las licencias e inscripciones de defunción por aumento significativo de la mortalidad, así como en la consignación de las causas de la muerte en las certificaciones médicas, en las que no siempre aparecía referenciada la infección por el virus.
Todo ello debido fundamentalmente «al no sometimiento a muchas de las personas afectadas a test o analíticas que acreditaran cumplidamente dicho contagio, si bien en muchos supuestos los indicios y síntomas de las patologías inmediatamente causantes de la muerte apuntaban a dicha infección como causa principal o determinante de la misma».
En ese sentido, y siguiendo el Protocolo aprobado al efecto, médicos forenses de los Institutos de Medicina Legal de Albacete, Cuenca y Guadalajara, y de Ciudad Real y Toledo, están colaborando con los registros civiles en la revisión de las licencias de enterramiento y defunciones ya inscritas desde el día 1 de marzo de 2020, a los efectos de que pueda quedar constatada la causa inicial o fundamental del fallecimiento en aquellos casos en los que aparezcan sospechas o factores racionales de probabilidad de COVID-19, y se están visando todas las certificaciones de defunción que se producen en lo sucesivo a solicitud de los Registros Civiles.
DATOS POR PROVINCIAS
En Albacete se han expedido 818 licencias de enterramiento, un 185% más, 607 de ellas con sospechas de COVID-19. Esto supone que casi tres de cada cuatro fallecidos presentaba síntomas compatibles.
En el caso de Ciudad Real han sido 1.140 los enterramientos, 867 de ellos con sospechas de COVID-19 -un 76%-. El incremento de fallecidos ha sido del 172%, ya que en el mismo mes de 2019 hubo registradas solo 419 defunciones.
En Cuenca, el total de licencias se colocó en 379, 260 de ellas por fallecimientos sospechosos de coronavirus. En 2019 se enterraron a 172 personas, por lo que el incremento ha sido de un 120%.
En Guadalajara, por su parte, 381 fallecidos han recibido sepultura, un 138% más que en abril de 2019, cuando fueron solo 160. Del montante total, casi siete de cada diez presentaban sospechas de coronavirus, hasta 255.
Por último, en la provincia de Toledo se han enterrado a 1.114 personas, y 685 -61%- eran sospechosos de haber fallecido por coronavirus. Los enterramientos suponen un 154% más que en abril de 2019, cuando solo fallecieron 438 personas.
CONFIRMADOS Y SOSPECHOSOS
De los 3.832 fallecidos en la región, los registros civiles dan por hecho que 1.596 lo han sido por coronavirus, y el resto -1.078- los cataloga como sospechosos.
En cuanto al reparto provincial, contempla en Albacete 339 confirmados y 268 sospechosos; en Ciudad Real 560 confirmados y 307 sospechosos; en Cuenca 119 confirmados y 141 sospechosos; en Guadalajara 148 confirmados y 107 sospechosos; y en Toledo 430 confirmados y 255 sospechosos.
A lo largo del mes de abril, los casos confirmados por las estadísticas oficiales de las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha se situaron en el entorno de las 1.700 muertes, número similar a los confirmados por el TSJCM.