Éste dulce casero era muy popular antaño, aunque nuestras madres y abuelas lo solían hacer con galletas maría bañadas en leche. La receta la rescató mi padre de mi madre y mi abuela, y le dio un toque de sofisticación increíble por su sencillez, por eso los he bautizado como “marianitos”, en homenaje a mi padre.
LA RECETA:
Ingredientes (12 uds.)
- 24 bizcochitos tipo soletilla.
- ¼ litro de crema de orujo.
- ¼ litro de leche.
- 1 lata de cabello de ángel.
- 1 bolsa de coco rallado.
Elaboración:
En un cuenco plano poner la crema de orujo y la leche, mezclar e ir introduciendo los bizcochitos, solo se meten las dos caras, y se sacan enseguida, porque deben empaparse lo justo para que no pierdan la esponjosidad, ni se deshagan, eso dependerá del bizcocho o soletilla que se utilice (si se hicieran con galletas, éstas deberán empaparse más).
En una fuente se echa el coco rallado (si se quiere se puede espolvorear junto al coco un poco de canela en polvo).
Una vez empapados los bizcochos se irán juntando de la siguiente manera: La cara plana se cubre con cabello de ángel, y ésta se junta con la cara plana de otro bizcocho. Una vez unidos se rebozarán en el coco rallado, y ya están listos para comer.
Guardar en un recipiente seco dentro del frigorífico. Éstos dulces pueden aguantar varios días así, pero os aseguro que no les dará tiempo a estropearse.
Para acompañar os sugiero (según vuestros gustos) un jerez seco, un vino dulce moscatel o Pedro Ximenez, un Oporto, mistela, o un espumoso brut nature.
Distrutad de la cocina y de la comida casera, esto os reportará más años de vida saludable.
Bon Apetit.
