La viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno de Castilla-La Mancha y el director general de Juventud y Deportes, Juan Ramos Amores, han comparecido este lunes en la Comisión Parlamentaria de Educación para dar cuenta de la implantación de Proyectos Escolares Saludables en los centros docentes no universitarios sostenidos con fondos públicos, indicando que actualmente hay un total de 123 centros con 1.572 docentes trabajando en su desarrollo y más de 45.000 alumnos.
En su intervención, la viceconsejera ha precisado que en Castilla-La Mancha casi el 30% de los niños menores de 15 años tienen sobrepeso, niños que tienden a seguir siendo obsesos en la etapa adulta, con el riesgo que conlleva para la salud.
Por consiguiente, ha apostado a dar prioridad a la prevención de la obesidad, poniendo el acento en que la baja autoestima de quien sufre sobrepeso puede acabar teniendo «baja autoestima» y terminar por abandonar sus estudios antes.
Para conseguirlo, se pusieron en marcha los planes para crear hábitos saludables en las escuelas impulsados por el Gobierno regional para mejorar el rendimiento, iniciados en el curso 2015.
«LA ACTIVIDAD FÍSICA, ESENCIAL»
El director general de Juventud y Deportes ha hablado de este proyecto, que pretendía «impulsar un cambio en cuanto a la práctica regular de actividad física, garantizando 60 minutos diarios cumpliendo así con lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)».
La actividad física «juega un papel esencial en la prevención de enfermedades crónicas, y permite el fortalecimiento muscular y óseo», además de promover una mejor salud mental, tal y como ha dicho.
En cuanto a la mejor educación en materia de salud, otro de los ejes del proyecto se ha basado en formación sobre higiene postural, alimentación, primeros auxilios o prevención de consumo de sustancias adictivas.
En una primera fase, se hizo una revisión sistemática de actividad física en centros escolares a nivel nacional, analizando sus «debilidades, amenazas y fortalezas». Con ese diagnóstico, se adaptó el programa a las necesidades formativas de Castilla-La Mancha.
El cambio de filosofía se ha notado también, según Amores, en que ahora son todos los profesiones los que se implican en el fomento de un estilo de vida saludable, «y no sólo el profesor de Educación Física». «Queríamos ser ambiciosos y cambiar la cultura en los centros».
NOVEDADES
Como principales novedades, ha enumerado la permanencia de estos programas durante tres cursos escolares, recibiendo 1.500 euros el primer año, 1.000 el segundo y 500 euros el tercero para favorecer su implantación.
Otra de las novedades pasaba por incorporar a estos proyectos no sólo a los centros, sino sumar a otras entidades cercanas, como ayuntamientos, fundaciones, federaciones deportivas o empresas.
De otro lado, los centros seleccionadas pasan a formar parte de una Red de Centros Saludables, con herramientas digitales en red para organizar al profesorado de todos los centros para poder compartir experiencias, coordinar acciones a realizar y tutorizar a los colegios para mejorar estos programas.
«Hay 900 profesores trabajando de manera coordinada, y muchos de ellos contactan para poner en marcha iniciativas a todos los niveles», ha precisado el director general.
Además, cada centro deberá contar con un Consejo Saludable de Centro que habrá de reunirse tres veces cada curso como parte de sus obligaciones para formar parte del programa.
DIEZ PROGRAMAS
El resultado final han sido 10 programas, cuyas sinergias «garantizan generar una cultura por el movimiento, la actividad física y la adquisición de hábitos saludables, a la vez que permite el desarrollo profesional del docente».
Educación Deportiva es el primero de estos diez bloques, «cuya pretensión es desarrollar competencia y motivación, a la vez que el desarrollo de valores».
El segundo de los programas, Descansos Activos, consiste en aumentar la actividad en las clases, realizando ejercicio al tiempo que se refuerzan contenidos curricurales.
La Evaluación de la Condición Física está sirviendo para analizar los hábitos saludables de los castellano-manchegos; el Desplazamiento Activo al Centro pretende impulsar que los escolares vayan andando o en bicicleta evitando ir en coche hasta la puerta; y el programa de Deporte en Familia propone fomentar la actividad también en casa, haciendo la participación extensiva a los padres.
Por su lado, el programa de Hábitos Saludables gira en torno del impulso de acciones como una buena alimentación; el programa de Recreos con Actividad Física incentiva poder sumar el tiempo de recreo al ejercicio físico; y Actividades Físico Deportivas Complementarias sugiere que todo lo que se programa desde el centro busque incentivar el programa.
En último lugar se encuentran el programa relativo a la actividad física más allá del centro «para poder ocupar el tiempo libre con otros ejercicios; y el Uso de Tecnologías de la Información consigue que los centros pongan en marcha una plataforma de información para poder compartir las actividades que se realizan.
Todos estos proyectos, tal y como ha explicado, se someterán a un proceso de evaluación mediante una memoria presentada a final de curso, un diagnóstico de los diez programas desde la Consejería de Educación y un estudio en colaboración con la UCLM de cómo ha funcionado.
