El secretario regional de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, ha confiado en que en 2018 llegue a la región «la recuperación que todos deseamos para esta tierra, después de que un año en el que ha diferenciado una primera parte que «todo el mundo entiende que fue mal» y una segunda, a partir del mes de septiembre, donde se están cumpliendo algunas de las cosas que, con su entrada al Gobierno, puso la formación morada sobre la mesa.
A preguntas de los medios, tras reunirse con la Confederación Regional de Federaciones y Asociaciones de Atención a Personas con Discapacidad Física y Orgánica ‘CLM Inclusiva’ en su calidad de vicepresidente segundo del Ejecutivo regional, García Molina ha distinguido «dos momentos» de este 2017, con un primer semestre que fue «muy complicado» tanto a nivel legislativo como de los acuerdos que la formación tenía para que se llevaran adelante iniciativas que, en su opinión, mejoraban la región.
La segunda parte del año, según el dirigente de Podemos, ha servido para que se empiece a cumplir lo que la formación quería, que era «entrar al Gobierno para dar estabilidad y que hubiera garantías» de que algunas de las cosas que pedía Podemos se pusieran sobre la mesa, como el Plan de Garantías, mejorar la participación o una «mejor dinámica» entre los poderes ejecutivo y legislativo, que cree que «se están cumpliendo».
En este sentido, a su juicio, a partir del mes de septiembre han «acelerado mucho para recuperar la primera parte del año, que fue tan complicada y tan tensa y donde se perdió un tiempo precioso para mejorar esta región», esperando que el próximo año la «estabilidad y la aceleración sean la constante» porque se están «sentando las bases para que así sea».