La LXVI Fiesta de las Letras puso el broche de oro —y en esta ocasión no es un eufemismo— a la Feria y Fiestas 2016 de Tomelloso. Nuestra ciudad termina sus fiestas patronales homenajeando a las letras y las artes y no por sabido hay que dejar de incidir en esa circunstancia, que es una seña de identidad de Tomelloso. Soberbia la edición de este año, dedicada a las mujeres de la Generación del 27, fue una de las mejores que recordamos, y ya es difícil. Dejó el listón muy alto para la del año que viene.
El acto contó con la presencia de la delegada de la Junta, Carmen Teresa Olmedo, la alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, el alcalde de Argamasilla de Alba Pedro Ángel Jiménez, además de los miembros de los distintos Grupos Políticos del Ayuntamiento de Tomelloso.
Tras la recepción de las madrinas, premiados y autoridades en el Ayuntamiento de Tomelloso, la comitiva se dirigió al Teatro Municipal. Una vez acabada la Fiesta de las Letras el cortejo desfiló desde la Residencia San Víctor hasta los Jardines del Parque donde tuvo lugar la Cena Fin de Fiestas Benéfica, en favor de Nadie es tan feliz, asociación de familiares y amigos de niños con discapacidad.
La cultura hace especial a Tomelloso
En los prolegómenos de la Fiesta de las Letras la alcaldesa incidió en que Tomelloso es Posada de Vid y Cultura y tiene un germen cultural que hace especial a la ciudad. Tomelloso, recordó, es cuna de escritores y poetas. Con la celebración, la ciudad rinde homenaje a sus grandes artistas, no en vano los galardones que se entregan llevan sus nombres. La Fiesta de las Letras es un acontecimiento reconocido a nivel nacional e internacional, algo que para la alcaldesa dice mucho de una ciudad que avanza, que progresa y que apuesta por el mundo de la cultura. Aseguró que el broche de oro de este homenaje a las letras y las artes lo pondría el Mantenedor, Jorge Edwards, tener un premio Cervantes es muy importante. Tomelloso, aseguró para acabar, tiene que estar a la vanguardia de la cultura.
La Delegada del Gobierno regional en Ciudad Real señaló que la Junta está con Tomelloso, con todos los sectores. La Fiesta de las Letras da la oportunidad de conocer a gente tan interesante como Jorge Edwards, dijo Olmedo, alabando la trayectoria del autor chileno. Aseguró que es un honor para ella escuchar a este Premio Cervantes, al que en nombre del Gobierno regional, dio las gracias por estar en Tomelloso. El que en el Cuarto Centenario de la muerte de Cervantes tengamos un mantenedor que tiene el principal galardón de las letras en español dice a mucho a favor del Consistorio tomellosero.
El propio Jorge Edwards dijo sentirse muy orgulloso de estar en la Fiesta de las Letras, que tiene una larga tradición y también estar en La Mancha. No solo soy un Premio Cervantes, también he leído mucho a Cervantes, aseguró, anticipando que visitará la Cueva de Montesinos. Edwards explicó que su abuelo era vinatero y un primo hermano suyo hace el mejor vino de Chile, por eso está especialmente contento estar en un tierra de vinos, “es para mí una gran experiencia”
Las mujeres del 27
La Fiesta de las Letras estuvo conducida por Sonia Ruiz, Loli Blanco y Julia Olmedo que dieron vida a tres de las mujeres del 27, tres de las “Sinsombrero”. María Teresa León, Concha Méndez y Maruja Mallo. Las tres mujeres, las tres actrices, repasaron los personajes de la, sin duda, generación literaria más famosa de la historia, explicando el avatar de estas exiliadas de las listas y las enciclopedias. Fueron uniendo distintos episodios y circunstancias con los premios que se entregaron, interpretaron a sus personajes de manera soberbia y recibieron en varias ocasiones los aplausos de un público entregado. Fotografías, pintura, letras, música… hasta llegar al Winnipeg, el barco fletado por Neruda que llevó a 2.000 exiliados españoles a Chile y que sirvió para enlazar el discurso del mantenedor.
Hubo un momento emotivo, el recuerdo a José María Arcos. Antes de que Edwards subiese a la palestra se proyectó un vídeo con el llorado actor tomellosero recitando “El pueblo” de Neruda.
La poesía es misteriosa, llega a todos lados
Jorge Edwards —que en ningún momento leyó— explicó que Cervantes, en la Segunda Parte del Quijote y, sobre todo, con el pasaje de la Cueva de Montesinos, inventó el realismo mágico. El chileno dijo que entre tanto desfile de personajes y fotos había muchos que había conocido, muchos de los que llegaron en el Winnipeg. El Premio Cervantes estableció una relación entre las dos orillas del Atlántico, los destinos de los poetas de uno y otro lado se entrecruzan a partir del “Azul” de Darío. Jorge Edwuards nos mantuvo arrobados escuchando las historias de personajes que todos conocemos, con verbo dulce, contando anécdotas, desentrañando estirpes, señalando hechos de estos míticos semidioses del Parnaso. La poesía es misteriosa, dijo en otro pasaje, llega a todos lados. Aseguró que debemos olvidar que existe un lado u otro para el español, ya que la lengua se mezcla y así, hay chilenismo en el propio Quijote.
Premios
Premiados con fondo de adquisición “Antonio López García” de pintura y dibujo, dotado con 9.000 euros, en la categoría de pintura, el tríptico, “Le Corbusier” de Paco Díaz Salas de Madrid y la obra “Antares” de la serie Constelaciones, de Agustina González Márquez de Granada. En la categoría de Dibujo, se premiaron los trabajos titulados “El centinela del bosque” de Cristina Díaz García de Sevilla, carbón sobre papel imprimado y “El Rapto” de Ricardo Torrebadella Marty, de Camagüey, Cuba, carboncillo, pastel y aguada.
El fondo de fotografía dotado con 2.000 euros fueron para “Caótica”, una serie de 3 imágenes de Pilar García Merino, de Madrid y “The Lady in Gold” de Calvin Mitchell Grier, de Lliria, Valencia.
El premio de poesía “José López Martínez” correspondió a “El sobre” de Cristina Pérez Escribano. El premio de poesía “José Antonio Torres”, , dotado con 2.000 euros, recayó en Isidro Martínez Rodríguez, de Jaén por el poema titulado “Samsa”. María Teresa Amondarain, de Madrid recogió el premio de poesía “Eladio Cabañero”, dotado con 4.500 euros y edición de la obra por “La Reina Maga del temprano ombligo”.
El premio local de narraciones “Félix Grande”, dotado con 1.000 euros, correspondió a Cristina Pérez Escribano por el relato “El abuelo tiene callos”. El XIX Premio de Narrativa “Francisco García Pavón” dotado con 7.500 euros y edición de la novela fue para Virginia Aguilera por “Falansterio”.
Cena Benéfica
La noche acabó, como anticipábamos, con una cena benéfica a favor de “Nadie es tan feliz”, la presidenta de la asociación, Felisa Sáez, dijo que era una gran alegría ser este año la entidad beneficiada con la cena de gala. Agradeció a la Corporación municipal que se haya acordado de ellos y a los asistentes al festejo. Fueron cerca de 400 personas los que asistieron y los fondos obtenidos, explicó, irán destinados a proyectos de musicoterapia y para contratar dos o tres monitores más para que la ludoteca que tiene la asociación pueda estar abierta de lunes a viernes.
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