Antonio Linares se encuentra a menos de 72 horas del día más importante, sin duda, de su vida profesional. El sábado a las 7 y media de la tarde, en la plaza de toros de Pedro Muñoz, el tomellosero recibirá el doctorado taurino de manos de Juan José Padilla y con Fortes de testigo.
Con toros de Castillejo de Huebra, la corrida de la alternativa de Linares ha levantado una gran expectación en Tomelloso. Así, el miércoles había fletados tres autobuses y otro casi lleno, a falta de tres días para la cita. Tal y como va la venta de localidades se prevé que el coso pedroteño se llene de seguidores del tomellosero.
Antonio nos recibe tranquilo, bromeamos que tiene la tranquilidad de quien se sabe el examen. «Estoy de seguro de que va a pasar algo. Estoy muy tranquilo, sé que me enfrento a la corrida en condiciones». Además, Linares aseguraba que «no me vale cortar una oreja y pinchazo. Hay que intentar cortar tres o cuatro orejas. Y si cortas un rabo, eso es hablar con dios». Linares sabe que la corrida del sábado no le va a abrir todas las puertas del territorio «pero empezar bien, me va a dar mucha fuerza de cara a mis próximos compromisos». Así, el próximo 15 de agosto torea un festival en Mota del Cuervo, con Jesulín; otro festival el 28 de agosto en Casa de Haro, con Javier Mora; el 24 de septiembre va a Munera, con Padilla y el 25 de ese mes una corrida en Herencia con Segio Galán y Capea televisada por RTVCM. Nos adelanta que, a lo mejor «vamos a Perú el 25 de septiembre».
El doctorado taurino de el de Tomelloso, viene después de una trayectoria con «baches» y especialmente del último año «en el que me vi solo», no sonaba ni el teléfono, aseguraba. Eso le ha servido para «nutrirme y pensar muchas cosas, sobre todo, como quería andar ahora». Nos asegura que desde enero del año pasado «me encontraba abandonado», incluso la corrida de Madrid no la disfrutó como hubiera debido. En la Romería, tampoco «me encontraba yo como siempre». Ese periodo le sirvió para reflexionar y para llegar a este momento, con el reto de su alternativa cada vez más cerca, abandonando —como dice— «las aventuras». Ha empezado una nueva vida «como si fuésemos figuras del toreo, pero en la humildad y yendo de frente».
Antonio viene de prepararse en Portugal y, ahora mismo, «estoy como yo siempre he sido, tranquilo y seguro».
Independientemente del coso en el que tome la alternativa Antonio Linares, en Tomelloso se ha creado una gran expectativa. «Tomelloso nuca me ha fallado. Fuimos capaces de llevar mil personas a Madrid, que eso no la hace ningún novillero ahora. Y también el pueblo sabía que yo no iba a fallar». Por eso se ha apostado en Pedro Muñoz por este cartel, señalaba, «un Padilla consagrado y Fortes que está en todas las ferias y unos toros con toda la garantía». Linares va a ser el primer matador de toros de Tomelloso, ya ha sido el primer novillero con picadores «eran otros tiempos, más dificultosos y con menos medios». Pero no nos podemos quedar en este hito, asegura el futuro matador, «hay que seguir consiguiendo cosas y tener una trayectoria en el mundo del toro, empezando siendo nadie».
Linares espera que la tarde del sábado «va a ser un éxito» porque cuando tiene compromisos como la encerrona de Tomelloso, la corrida de Madrid y otros compromisos importantes «me crezco ante los retos». El torero es muy exigente consigo mismo, asegura que no se conforma y que tiene que buscar la perfección en todo, hasta en los más pequeños detalles.
Antonio Linares nos explicó que se va a guardar un minuto de silencio en la corrida. «Por Víctor Barrio, por Manolo Patón, un gran aficionado y por Lino Sánchez-Cabezudo, el que fue notario en Tomelloso».
A las siete y media de la tarde del próximo sábado sonarán los clarines en una tarde histórica, tanto para Antonio Linares que se convertirá en matador, junto a los grandes nombres de toreo, como para la afición de Tomelloso que nunca le ha fallado. Mucha suerte.