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El belén navideño de las Cortes de Castilla-La Mancha recrea la plaza de Zocodover de Toledo en 1589

El belén navideño de las Cortes de Castilla-La Mancha recrea la plaza de Zocodover de Toledo en 1589

El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, junto al director del colegio Alfonso VI de Toledo, Ángel López, y a la presidenta del AMPA, Ana Belén Ovejero, han presentado esta mañana el belén navideño de las Cortes de Castilla-La Mancha, cuya elaboración ha estado coordinada por José García Sánchez-Beato.

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Durante el acto, el que también han participado el diputado Francisco Cañizares (PP) y la diputada Lola Merino (PP), el presidente las Cortes de Castilla-La Mancha ha afirmado que hoy es una buena ocasión para reivindicar una costumbre y tradición tan españolas como la instalación de los belenes navideños.

El belén de este año recrea la plaza de Zocodover cuando estaba siendo reconstruida tras el incendio acaecido en las postrimerías de 1589.

En el belén recrea la vida cotidiana de finales del siglo XVI y están presentes Juan de Herrera, arquitecto, matemático y geómetra; Miguel de Cervantes, escritor; y el cardenal Gaspar de Quiroga y Vela, nombrado cardenal de la catedral de Toledo por Felipe II en 1577. También se recrea La Adoración de los Reyes de El Greco en el Arco de la Sangre de la plaza de Zocodover.

Según la documentación aportada por José García Sánchez-Beato, el 11 de octubre de 1589 se produjo un gran incendio que se extendió desde la plaza de Zocodover hasta el convento de las Comendadoras de Santiago situado en la calle de las Armas, arrasando, entre otras, las casas de la Carpintería (actual sede de la Delegación del Gobierno) y Boteros (edificio hoy inexistente).

José García Sánchez-Beato ha explicado que Zocodover proviene del árabe y significa “mercado de las bestias de carga” y era el lugar donde se corrían los toros y se organizaban las cucañas en las fiestas del municipio. Era también, además del centro neurálgico de la ciudad el centro para actos más luctuosos como los autos de fe de la Inquisición o la ejecución pública de reos.

En 1465 Enrique IV concedió a Toledo la celebración en esta plaza de una feria semanal conocida como “El Martes”.

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