En estas líneas quisiera explicar en qué consiste y cómo se fraguó el proyecto AMSE.
Se trata como su nombre indica de un intento por incorporar la figura del médico en el sistema educativo, una idea probablemente no singular, aunque nunca se había intentado plasmar en un proyecto con datos y números para ser llevado a cabo.
Cuando la idea del proyecto surge, yo era una “nueva madre” en la “Educación especial”, aunque previamente había estado en contacto y trabajado en ella, hacía años. Sin embargo, desconocía que algunas deficiencias que entonces tenía, seguían sin cambio. Con una de ellas nos dimos de bruces el día que mi hijo con 4 años de edad, sufrió un traumatismo craneal al ser tirado de su silla en un aula por un niño de 12 años con un problema en el control de impulso. Cuando fuimos a pedir responsabilidades del accidente, supimos que no era la primera vez que algo similar ocurría, y no solo eso, existía una falta de medidas para prevenir o manejar esas situaciones, así como una falta de seguridad generalizada en relación a que algo similar con mayor gravedad pudiese suceder. Así nos dimos cuenta de que existía una falta de coordinación y colaboración entre colegio y sistema sanitario que era extensible a todo el sistema educativo especial. Ante este panorama teníamos dos opciones, asumir la situación o intentar cambiarla.
Por ello, me comprometí a elaborar un protocolo de actuación cuando en el centro Educativo se diera el caso de una conducta de falta de control de impulsos, que dimos en llamar PAINCA, plan de actuación integral en niños con conductas agresivas.
PAINCA trata de aprovechar los convenios de colaboración entre Salud Mental y Colegios de Educación Especial en Castilla la Mancha, que datan del 2008, al cual se acoge nuestro centro, e implementarlos de tal forma que se pudiese realizar, en estos casos, una rápida valoración conjunta del centro y del psiquiatra y ofrecer un tratamiento global que se adapte tanto al niño, al centro y a la familia. Tratando de evitar demoras en la asistencia y el desamparo que sufren en muchas ocasiones tanto los centros educativos como las familias de estos niños con conductas agresivas.
El programa fue aprobado por el centro y presentado a Educación con el apoyo del AMPA del colegio y la FAPA. En Educación le dieron el visto bueno como idea que solucionaba en parte el problema, aunque se trataba de una cuestión que concernía a Sanidad. Para su defensa me propusieron la creación de una comisión de AMPAs de la región. Yo por mi parte, entendí que las AMPAs solo me darían una visión familiar subjetiva y lo que se necesitaba era hacer una análisis en la Comunidad Educativa. Me puse en contacto con las 22 juntas directivas del los 22 Centros de Educación Especial que hay en Castilla la Mancha, teniendo en cuenta tanto Centro públicos como concertados. Elaboré para ello una encuesta, la encuesta PAINCA, con la cual pretendía recoger información sobre la casuística de problemas de conducta y otros que preocupaban mucho a los equipos de orientación educativa y que, previamente, por vía telefónica, me habían comunicado. Tras el análisis pude valorar que, no sólo los problemas conductuales eran lo que le preocupaba a los centros, si bien son los casos que más recursos consumen, pero que a nivel general supone sólo un 11’42 % de la población educativa especial en la región de Castilla – La Mancha. Y el 13’54% en el CEE Ponce de León, e incluso hay centros cuyo equipo de dirección afirma no tener problemas en relación a las crisis conductuales.
Fuente: Proyecto AMSE
Como se puede ver en el gráfico, existen otras situaciones entre el alumnado que requieren con urgencia una supervisión médica más cercana y activa. Para profundizar en ello, analizamos la casuística completa propia de nuestro centro concluyendo que hay otras muchas situaciones en las que el alumnado se beneficiaría de la figura del médico en el centro. Son los casos de crisis epilépticas o de heteroagresividad con una patología médica subyacente, por ejemplo una infección; los casos de ineficacia de tratamiento que requerirían de la valoración de un médico, tanto para cambiarlos como para solicitar su cambio a un especialista; casos de derivación urgente a la atención especializada; y distintas actuaciones de promoción de la salud.
Ante tal magnitud del problema nace el AMSE, Programa de Apoyo Médico al Sistema Educativo. Se intenta activar con dicho programa un circuito de actuación predefinido que necesita de manera fundamental la colaboración médica. Para que esto pueda funcionar es necesario que se contemple la figura del médico responsable como apoyo específico en el Centro Educativo Especial, en relación a las necesidades sanitarias que tiene estos alumnos con carácter permanentes por su discapacidad. En él se determinan una serie de Objetivos generales y específicos con la intención de concretar cuáles serían las funciones de este profesional en el ámbito educativo. Según el desarrollo del programa propongo que un médico del Centro de Salud más cercano y siempre el mismo, sea el responsable médico del Colegio, cuya función, en principio, sería Promoción de la Salud. Es decir, conocer al alumnado potencialmente problemático en situación de estabilidad, conocer su medicación e historial, y prescribir, en caso necesario, medicación útil en caso de crisis para que el enfermero pueda administrárselos. Además de esto, debería atender con urgencia estas situaciones en la medida de lo posible. Estimamos que para este planteamiento de Promoción de la Salud serían necesarias 3 horas a la semana puesto que el Centro Ponce de León tiene matriculado en sus aulas 100 alumnos. Sin embargo esta estimación es variable para el resto de centros de la región puesto que de los 22 colegios de educación especial que existen en Castilla – la Mancha no todos tienen inscritos más de 100 alumnos.
Por otra parte, este médico sería el nexo de unión con la atención especializada para derivar a los alumnos que necesiten de dicha atención: psiquiatría sería una de ellas, así como pediatría, neurología, o neuropediatría si existe tal especialidad en el centro hospitalario de referencia, y medicina interna, para casos mayores de 14 años.
Por otra parte, el médico de atención primaria sería el responsable de Activar el PAINCA.
Se trata de activar el Plan de Actuación Integral en Niños con Conductas Agresivas en el centro educativo si el médico de atención primaria así lo cree oportuno una vez atendida y valorada la urgencia, sin demorar el contacto con Salud Mental para proceder a la solución del problema lo más rápido posible. El protocolo propuesto es el siguiente:
La función básica de este profesional no será realizar actos médicos paralelos o dobles que ya realizan otros facultativos en las revisiones periódicas de cada alumno, aunque hay casos de alumnos que, por desidia o por contextos carenciales familiares, no cuentan con dichas revisiones.
Conozco la dificultad que esto implica. Se necesita de la colaboración de la Atención Primaria al completo porque se debería liberar de parte de la carga asistencial al médico responsable, en forma de reducir su cupo de pacientes propios y con ello, durante el día o los días que asista al Centro pueda reducirse su consulta. Es algo difícil, sí, pero si se piensa en el bienestar y la seguridad del alumnado, en la tendencia hacia la educación integral y en la visión de atención integral sanitaria, esta propuesta no tiene precio. En este sentido debo de concluir que el Proyecto AMSE propone una reorganización de los recursos existentes prácticamente a coste 0€. Analizando el programa no se requiere de una inversión sanitaria, sino de una colaboración.
La idea planteada ha sido llevada a Educación y a Sanidad. En ambos ámbitos se ha visto como una idea que pude solucionar y ayudar mucho a la mejora de la calidad educativa y asistencia de nuestros hijos con discapacidad. En este año y medio que llevo estudiando, analizando las problemáticas de nuestros centros y contándole a muchas asociaciones e instituciones mi proyecto he de decir que he contado con el inestimable apoyo de la FAPA Alfonso X El Sabio, gracias Mª Isabel Sánchez Villar, su presidenta, por confiar en mí y en este proyecto desde el principio, así como a FEAFES y Puertas Abiertas de Tomelloso cuya presidenta, Mª del Carmen Navarro, me ha ofrecido todo su apoyo. A mi AMPA Pasito a Pasito, de la cual soy ahora la presidenta. Gracias a todos los centros que me habéis ayudado participando en la encuesta, sobre todo a Rosario Calvo y Olga Blanco, Directora y Jefa de estudios del CEE Ponce de León por vuestra colaboración. Gracias a Doña Isabel Couso Tapia, Directora General de Organización, Calidad Educativa y Formación Profesional, por apostar por este proyecto; y a Don Javier Hernández Pascual, Director General de Calidad, Planificación, Ordenación e Inspección de Sanidad, por comprender la realidad de nuestra situación, sensibilizarse con ella e intentar hacer lo posible por ayudar. Gracias al Excelentísimo Ayuntamiento de Tomelloso, que me ha apoyado desde que tuvieron constancia del proyecto. Y gracias al Dr. Modesto M. Maestre Muñiz, por ser mi asesor en las cuestiones médicas. Hasta ahora he hecho todo lo posible para que el Programa AMSE no sea un proyecto más guardado en un archivo, sino una realidad que creo estamos muy cerca de conseguir, y la cual sé, que si se lleva a cabo, va a tener una repercusión bastante positiva, no sólo a nivel de centro sino en toda Castilla – la Mancha.
María Teresa Macías es la presidenta de la AMPA «Pasito a Pasito» del C.E.E. «Ponce de León» de Tomelloso