Sabido es, para la población castellano- manchega, que el momento que vivimos no es el mejor de nuestra vida social, económica, política, laboral, educacional, sanitaria, es decir estamos metidos en un “pozo sin fondo”. Si bien es cierto que nunca habíamos sido un ejemplo a seguir dentro del estado español, hemos estado rozando entre la defensa de los derechos y la caridad –fundaciones, ONG´s, subvenciones…-, en lugar de una fuerte administración que cubra las necesidades de la ciudadanía y les blinde sus derechos.
No hemos tenido claro donde comenzaba el estado aconfesional de la constitución y donde terminaba el poder eclesiástico y el pasear bajo palio arzobispal. Tampoco se ha diferenciado claramente lo que eran unos servicios PUBLICOS de unos conveniados con las grandes empresas de los distintos sectores (sanidad, educación, servicios sociales…).Se ha venido ofreciendo una defensa de una economía ficticia, basada en el boom del ladrillo y la fuerza empresarial de las comunidades vecinas. Esta situación que veníamos sufriendo a lo largo de los años, en mayo de 2011, con el “efecto Cospedal” se deshizo de un plumazo este inestable “estado de bienestar”.
Estas consecuencias han sido fruto de una situación política irreal, no reflejo de la decisión de la totalidad de la ciudadanía, por una injusta ley electoral que deja a una parte de los resultados de las urnas sin representación (IU con más de 44000 votos 0 diputados, PPPSOE cada diputado con 20000 votos). Situación que se verá agravada con la reducción de 49 a 33 el número de representantes en las Cortes.
Culmina el descalabro de la política que nos desgobierna con el enfoque económico/industrial y laboral de la región basada en la caza; cotos privados por doquier (parques naturales, monte público…). Fiel reflejo de la España profunda de los años 50. Grandes terratenientes y gran número de sirvientes. Este es el modelo de desarrollo que nos ofrece el actual gobierno del PP, el progreso económico y laboral.
Izquierda Unida no quiere ese modelo de progreso, porque no es un modelo que mejore las condiciones de vida de la clase trabajadora. Esta situación es imprescindible cambiarla de raíz. Y para ello tenemos la solución, porque tenemos proyectos y tenemos programas realizables donde las políticas enfocadas y dirigidas a las personas cuentan más que las defensoras de los intereses de grandes empresas que conducen al clientelismo.
Y tenemos la solución, porque tenemos ilusión, tenemos esperanza y tenemos al “Presidente” que hemos de elegir para llevarlo a la práctica: honrado, militante, activo, joven, formado, luchador, que trae de la mano políticas sociales, políticas económicas redistributivas, defensoras de derechos como trabajo digno, vivienda, sanidad universal. Pero que al tiempo es consciente de la necesaria de presencia en la calle, de converger con las fuerzas político-sociales que son necesarias para sacar adelante nuestros programas. Porque queremos plasmar nuestro proyecto, que se haga realidad nuestra ilusión. Con Jorge Fernández lo vamos a conseguir.
Carmen Sóanez, Concejala de Izquierda Unida en Ciudad Real y Candidata a la Alcaldía