El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo ha asistido a la inauguración de la ampliación del Museo del Vino en la sede de la Denominación de Origen (D.O.) La Mancha, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) donde ha valorado la importante labor de este consejo regulador en la divulgación de la cultura del vino de Castilla-La mancha a través de estas nuevas instalaciones didácticas.
El titular de Agricultura ha insistido en denominar al vino como un alimento insigne de nuestra dieta mediterránea y ha considerado a esta denominación de origen, “un ejemplo a seguir en la difusión del producto y en la promoción del vino”. En este sentido, ha asegurado que «desde la Administración estamos trabajando en campañas de promoción de cara al futuro, siempre enfocadas a las figuras de calidad de Castilla-La Mancha” y ha calificado a la D.O. Mancha como una de las figuras “bandera” del sector.
En cualquier caso, Martínez Arroyo ha insistido en que hay que seguir trabajando en los próximos meses y aprovechar el momento ya que, ha dicho, “tenemos un producto excelente, el mejor que se puede encontrar en el mundo, desde todos los puntos de vista, en el vino y también en mosto».
El consejero ha señalado que, «la única batalla que no hemos ganado es la de la promoción y también la vamos a ganar, con el trabajo conjunto de la Administración (y ahí estaremos nosotros), el Consejo Regulador, las bodegas y, finalmente, la parte más importante de toda esta pirámide, los viticultores que son la base del sector económico de nuestra región».
Ampliación del Museo del Vino
El consejero ha valorado la apuesta de la D.O. La Mancha para dar a conocer los valores del vino a través de pruebas a los visitantes para que aprendan a distinguir aromas y sabores, que sean capaces de diferenciar un vino por tonalidad, adivinar por el tacto distintos utensilios vinculados a la vitivinicultura y discernir entre varios sonidos del campo o la bodega.
Todo en un nuevo espacio en tres salas, donde el visitante podrá recrear los sentidos que intervienen en una cata, principalmente la vista, el olfato y el gusto, pero a los que también se le han añadido el oído y tacto, buscando aplicaciones que fijen una visión integral en torno al vino.
La sala de botellas, donde actualmente se exponen cerca de 2.000 botellas antiguas con etiquetados históricos en la DO La Mancha, todos anteriores a 1994, se ha renovado con una señalización más moderna y se han incorporado pantallas para la emisión de videos didácticos sobre vitivinicultura.
