Los raviolis son una de las recetas de pasta con más posibilidades. La receta que hoy os doy une la gastronomía italiana con sabores más cercanos y al mismo tiempo, muy mediterráneos. También os daré la receta de la pasta fresca, esta receta vale para cualquier tipo de pasta que queráis hacer, sólo es necesario tener una máquina de hacer pasta, algo que podéis encontrar en cualquier bazar a precio módico.
Por supuesto que podéis comprar la pasta ya hecha, pero yo os doy la recta que es muy sencilla:
Ingredientes para la masa: 300 grs. de harina de trigo tamizada – 2 huevos – pizca de sal.
Elaboración: Hacemos un volcán con la harina y cascamos los huevos dentro, añadimos una pizca de sal. Amasamos poco a poco mezclando primero con la punta de los dedos y después con toda la mano. Hay que hacerlo con energía, que quede bien ligado todo. Obtendremos una masa ligeramente dura y se tiene que despegar de las manos. Si nos queda muy seca añadimos un poco de agua y si esta húmeda un poco de harina.
Dejamos reposar la masa para que la proteína se desarrolle y coja cuerpo. El tiempo es de una media hora tapada con film. Después dividimos en varias bolas la masa y con un rodillo la alisamos ligeramente, lo suficiente para pasarla por los rodillos de la máquina de hacer pasta. Cuando tengamos la pasta extendida suficientemente fina, la iremos cortando en cuadraditos de unos 4 cmts. de lado. Luego los extendemos sobre una mesa de mármol con harina extendida para que no se peguen.
LA RECETA:
Ingredientes: 24 cuadraditos de pasta para raviolis – 350 grs. de espinacas – 3 morcillas de cebolla – 50 grs. de piñones – 2 higos – 1 limón – 250 cl. de mosto – aceite de oliva – una cucharada de vinagre – unos granos de pimienta verde – Una pizca de jengibre en polvo.
Elaboración: Trocear las espinacas y ponerlas a rehogar en una sartén con un poco de aceite. Cuando hayan reducido a la mitad agregar los piñones y las morcillas peladas y picadas, seguir rehogando hasta que se queden casi sin agua pero jugosas.
Rellenar con este preparado los raviolis de la siguiente manera: sobre un cuadradito echar una cucharada de relleno, poner encima otro cuadradito y con un tenedor ir juntando los bordes, también podéis hacer paquetitos o saquitos teniendo cuidado de que queden bien cerrados.
Poner agua a hervir con sal y un poco de aceite. Cuando esté en ebullición se echan los raviolis y se dejan cocer 5 minutos. Sacar, escurrir y extender sobre papel antiadherente.
Pelar los higos y trocearlos. En una sartén con un poco de aceite saltearlos y después triturarlos con la túrmix con el zumo del limón.
Poner el mosto a cocer en un cazo con el jengibre. Cuando haya reducido a algo más de la mitad, añadir la crema de los higos y revolver, apartar del fuego y dejar que se enfríe un poco, añadir el vinagre. Con una varilla ir moviendo lentamente y añadir 60 cl. de aceite de oliva hasta que se mezcle bien. Servir con los raviolis calientes y la salsa templada.
Acompañar con un rosado o un clarete de Garnacha.
BON APETIT!