El presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, ha hecho hoy balance de la ejecución del Plan de Emergencia Social en el primer semestre de de 2014, iniciativa en base a la que, según ha dicho, se han cursado 8.775 solicitudes, de las que se han beneficiado 35.000 personas. De Lara, que ha estado acompañado por el vicepresidente Ángel Caballero, ha explicado que el desarrollo de los dos programas que conforman esta importante actuación, el de atención a personas necesitadas y el de ayudas excepcionales, han supuesto una inversión hasta el 30 de junio de 1.411.000 euros. Y ha afirmado que la creciente demanda de ayudas no se corresponde con los datos de recuperación que se difunden.
Ha explicado, en este sentido, el presidente de la Diputación que hay una pobreza estructural estable muy significativa que no tiene salida a medio plazo porque existe un colectivo varado en la miseria. «Ingresar menos de 500 euros al mes y pagar casi 200 euros de alquiler o 300 euros de hipoteca abre un nuevo abanico de pobreza, que estaría conformada por casi el 70 por ciento de las familias inscritas en nuestros planes», ha dicho De Lara.
Ha añadido que casi la quinta parte de los beneficiarios es gente normalizada, mucha de ella residente en vivienda propia, que de pronto ha chocado con una situación insólita en su vida, que es la pobreza extrema. «La situación es alarmante y que lo digamos no significa que seamos alarmistas», ha añadido De Lara, que ha facilitado datos de los servicios sociales.
Considera De Lara que si el grito de los que pasan hambre no está presente en las calles se debe a que estamos asistiendo a la invisibilidad del mendigo, pues mucha gente siente pudor y no desea que los que le rodean conozcan la grave situación que está atravesando. Y también por un sentimiento protector hacia los hijos, «para que los más pequeños no sufran el doble dolor del hambre más la visualización infantil de la figura de los padres incapaces de proveerlos de alimentos».
Así las cosas, De Lara ha afirmado tajantemente que la Diputación mantendrá los programas del Plan de Emergencia Social mientras exista una demanda tan desbordante. Y no ha dudado en hacer un nuevo llamamiento a la sensibilidad a las administraciones regional y central, para que pongan en marcha planes de empleo y de ayudas directas a las familias necesitadas. «Que lo hagan, por favor, con carácter urgente», ha dicho De Lara. Ha añadido, antes de destacar y secundar la labor que se lleva a cabo en beneficio del medio ambiente y de las especies en peligro de extinción, que los que pasan hambre deben gozar, por lo menos, de la misma atención que suscitan los linces, «porque son personas».
Con respecto al perfil de las familias que se acogen al Plan de Emergencia Social, el presidente de la Diputación ha explicado que atienden a familias emigrantes y monoparentales, aunque también a un 18 por ciento que son normalizadas y que atraviesan situaciones problemáticas por causa del desempleo prolongado. Un 5 por ciento, en concreto 421 familias, no tienen ingresos y el 81 por ciento, un total de 7.120, ingresan menos de 500 euros al mes.
Otro dato facilitado por De Lara es que han demandado ayudas el 90´47 por ciento de los municipios ciudadrealeños, por lo que son 10 municipios los que no han participado en el programa. Y el núcleo urbano que más dinero ha recibido ha sido la capital (170.000 euros).
En cuanto al otorgamiento de ayudas excepcionales ha manifestado que se ha comprado vestido, calzado, suministros básicos, alojamiento temporal, en algunos casos, entierros, medicamentos y todos los gastos de desplazamientos de mujeres víctimas de violencia de género. Se han recibido 654 solicitudes y han sido atendidas 511, porque algunos expedientes aún están incompletos y otros permanecen a falta de otorgamiento de subvención. Este tipo de ayudas han supuesto una inversión de 84.000 euros.
