Una película que merece la pena, “Poveda”, y que puede verse en los cines La Dehesa de Tomelloso, al menos hasta el próximo jueves. Una cinta del Director Pablo Moreno, del que ya pudimos ver en 2013 “Un Dios prohibido”, que vuelve a contar con Raúl Escudero y Elena Furiase como actores protagonistas.
“Poveda” que, desde las últimas horas de San Pedro Poveda, cuenta escenas de su vida. Vida que, como reza en el cartel de la película fue un sacerdote, pedagogo, humanista e innovador, y yo añadiría, un visionario adelantado a su época, pero sobretodo, un hombre de Dios y para Dios, desde los hombres y mujeres de su tiempo.
Me llama la atención, para bien, cómo no se hace más sangre de su martirio, que la suya derramada. Un martirio que sucede como toda su vida, con la aceptación de la voluntad de Dios en cada momento.
Para los creyentes una oportunidad para acercarse a la figura de un gran santo, cuyos milagros en vida fueron acercarse a los más pobres, a los excluidos, así como promover a la mujer como agente transformador de la sociedad a través de la educación. Una lección de vida y humildad al servicio de la misión. Una misión de la que no hizo éxito personal, ni se apropió de ella, sino que supo aceptar en cada momento dónde le quería el Señor y qué quería de él. Un momento para acercarnos a la figura de san Pedro Poveda y la Institución Teresiana.
Para los no creyentes una oportunidad para acercarse a un gran pedagogo adelantado a su tiempo. En 1974 fue reconocido por la Unesco como pedagogo y humanista. En estos días en qué celebramos el día internacional de la mujer, un gran ejemplo de promoción de la mujer.
El final, ya lo conocemos, el martirio a los pies del cementerio de la Almudena en Madrid. La misión sigue viva hoy día, la educación como agente de cambio.
En resumen, una película más que recomendable.
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